El Coordinador de VOX Córdoba, Antonio de la Torre (@AntoniodlTL), vuelve a colaborar en #DECDLT, con un interesante artículo sobre la familia... Como siempre decimos, este Blog está abierto a todos sus lectores, ¡os esperamos!
Está claro que cuando los socialistas llegan al poder empieza a actuar
el “virus” del “amor a los fondos
públicos” y raro es el que se salva de verse afectado en menor (pocos) o mayor (casi
todos) medida. Recordemos la frase de Margareth Thatcher: “El socialismo
funciona hasta que se acaba el dinero de los demás”.
Sin ánimo de ser exhaustivo, repasemos un poco la historia, con
minúscula por supuesto (no merece más), de los últimos 32 años, es decir, desde
aquel “glorioso” 28 de Octubre de 1982, cuando arrasó en las elecciones
generales el “dios” Felipe, por supuesto también con minúscula, como le llamaba
años después uno de sus “perros fieles” y, en algunos periodos de su mandato,
hombre de confianza y secretario de Organización del PSOE, José Mª Benegas
(“Txiki” para los amigos).
Recordemos que durante los 13 años de “reinado” absolutista de FG, la
espiral de corrupción fue creciendo exponencialmente y, de hecho, eso fue lo
que le costó perder las elecciones de 1996. Narcís Serra (el pianista) y sus
pinchazos telefónicos del Rey abajo… todos, García Valverde, García Vargas, la
Directora del BOE, Roldán y su “adornado” currículum, FILESA, MALESA y Time
Sport con las facturas falsas y la financiación irregular del PSOE y tantos más
que harían interminable este documento
Pero centrémonos en la familia. Empezó todo, de manera más notoria, con
el famoso Juan Guerra (mi “henmano”) y
sus tan conocidos “cafelitos” en el despacho de la Delegación del Gobierno en
Sevilla, donde se traficaba con todo, escándalo que originó la “ruptura” de
relaciones entre el nº 1 y el nº 2 del “clan de la tortilla” y la posterior
dimisión de Alfonso Guerra (el que usaba un avión del Ejército del Aire para no
llegar tarde a los toros en Sevilla) como Vicepresidente del Gobierno; sin
olvidar el atracón de mariscos en el “bateau mouche” del Sena, de su otro
hermano (no recuerdo el nombre).
No olvidemos los “fondos reservados” de Vera y la ferretería de su suegro
como “justificación” de su patrimonio (“reservados” para ellos mismos, claro y que
dieron con sus huesos en la cárcel).
Más recientemente fue el caso del primo de Pepiño Blanco el que saltó a
los periódicos por esa “reunión” en el coche oficial, en una gasolinera de
Guitiriz (Lugo), y el presunto pago de 400.000 € recibidos, no se sabe con qué
destino, pero que, presuntamente, apuntaba al Ministro de Fomento (“el mejor
ministro que ha dado Galicia” en palabras del candidato “novato” Alfredo P
punto ¿o era Rubalcaba?), al final librado de la imputación, curiosamente, por
el TS, ese que juzga a los políticos aforados que se reparten los miembros del
CGPJ. Como si fueran de la familia, oye. Y todavía colea lo del ático en la
“Villa PSOE” de Villa García de Arosa.
Entre tanto, tampoco se puede olvidar el caso de las subvenciones de la
Junta de Manuel Chaves a la empresa minera MATSA, en la que su hija, sin
experiencia y recién incorporada es “premiada” con el cargo de “apoderada” gracias,
sin duda, a su “espectacular” currículum, para tramitar una subvención de
10.000.000 € que, curiosamente, su padre concedió a esa empresa, cuando la naturaleza de la empresa había condicionado
anteriormente la denegación de dicha subvención por parte del Ministerio de
Industria. Pero se cambia la Ley y…santas pascuas, que diría el clásico. No
olvidemos tampoco las comisiones que, presuntamente, cobraba su hijo a cambio
de “allanar” dificultades en algunas gestiones. Ni a sus hermanos “colocados”
como altos cargos de la Junta o en las Cajas.
Tampoco el “milagroso” y casi repentino enriquecimiento inmobiliario de
D. José Bono, también con hijos altamente “valorados” por las empresas que los
contratan, casualmente propiedad del íntimo amigo y padrino de la hija del
prócer manchego, además de la Hípica Almenara, para realización como jinete de
su hijo y construida en mayor o menor medida por ese empresario de la “ciudad
fantasma” de Seseña, cuyo procedimiento administrativo (Declaración de Impacto
Ambiental y Licencia de Urbanización), también casualmente, por supuesto, puede
pasar al Guinnes de los récords por su insólita rapidez.
¿Qué decir de los famosos E.R.E. (Expedientes de Regulación de Empleo)
de Andalucía, nada ajenos a Chaves, Zarrías y Griñan y, ahora Dª Maleni (la de
“Es que el aeropuerto de Barajas es “mu” grande” o “Antes partía que doblá”),
entre otros, mediante los que se indemnizan millonariamente incluso a recién
nacidos, suegras y ex altos cargos que no habían pasado por las empresas)? En
este caso la abnegada madre del sindicalista Lanzas (seguimos en familia) decía
aquello de “Mi hijo tié dinero p’asar una vaca”. Ahí tenemos a la valiente Juez
Alaya peleando contra viento y marea para aclarar el desaguisado autonómico.
Tampoco en el Partido Popular se han librado de casos curiosos de relación familiar, entre
los que quizás el más famoso, aunque de menor cuantía que los anteriores, haya
sido el famoso Jaguar del alcalde de Pozuelo, “invisible” para su esposa, la
Sra. Mato, en su garaje. En el PP, más que a la familia, financian al enemigo y
algún que otro tesorero saca tajada de las cuentas, pero esto se desvía del
tema familiar.
Y para que no falte ningún grado de parentesco, saltó después a los
periódicos la noticia del “yernísimo” de Su Majestad, que sigue coleando tras
la imputación de la desmemoriada Infanta
Cristina. El medallista olímpico, que cautivó a la hija del Rey, quedará en la
historia como el deportista que pasó “del balonazo al ‘pelotazo’, a través del
braguetazo”, buen “ejemplo y estímulo”, sin duda, para deportistas con cierta
ambición (no es el primer “escándalo” por el que salen a relucir
comportamientos “dudosos” atribuidos a algún miembro de la familia política”
del monarca ya casi olvidadas, como aquellas gestiones de D. Jaime de Prado y
Colón de Carvajal, creo que se llamaba q.e.p.d., buen amigo del monarca, con
algún jeque árabe en la etapa de Felipe
González). Ya pensábamos que la familia real siempre ha dado la
sensación de que “sintonizaba” mejor con la izquierda (González-Zapatero) que
con la derecha (Aznar-Rajoy, si es que éste se puede identificar con esa
tendencia), incluso en esto de la
“preocupación” por la familia.
En fin, todo un repaso de la importancia que para nuestros próceres
tienen los distintos grados de parentesco, prueba evidente de lo “importante”
que para ellos es la familia, pese a los “falaces” argumentos de la “derecha,
intransigente y retrógrada” que no se cansa de decir que la izquierda quiere,
precisamente, romper y desestructurar a la familia, esa que, precisamente la
izquierda, tan magníficamente protege y enriquece.
Seguramente se me pasan algunos otros casos, pero para qué seguir
cansando más al lector. Hasta aquí toda una evidencia de “entrañable” amor
familiar. Todo por y ”para” la familia.
Creo que el mensaje del PSOE en esta campaña europea, en lugar de
“Pelea por lo que quieres” que utilizó en la última, debería ser “Por la familia,
que no le falte de ná”. El del PP está por ver ya que acaba de nominar a su
candidato por SMS y no cabía el mensaje.
Antonio de la Torre, flaco favor le hace usted a la historia. No seré yo quien defienda al mal llamado PSOE, pero el amor al dinero público en este país viene desde hace siglos. No nos olvidemos que el robo más grande la historia se hizo durante la dictadura de Franco, que aunque no se contaban aquí por la censura, si se hacía en el extranjero. También podemos hablar del periodo que hubo entre guerras, donde la corrupción era idéntica a la actual… bueno en realidad todo era igual. Del PP no esperaba otra cosa, que lo ocurrido, a mí no me extraño.
ResponderEliminarPor eso hay que cambiar el sistema, y en parte también nosotros. No veo otra manera de hacerlo, tampoco es cuestión de cambiar de partido, aunque sea el vuestro.
Alfonso, el que más ha robado en este País ha sido el Duque de Lerma, entre el 1600 y el 1618. Un saludo.
EliminarSi es cierto pero no pertenecía al gobierno era de los que se arrimaba para conseguir el dinero.
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