Como
muchas de las campañas publicitarias que organizan los socialistas, la de
“Andalucía imparable” tuvo una amplia repercusión, de hecho todavía se
relaciona este eslogan con el Gobierno de la Junta de Andalucía, por lo que queda
claro que fue un gran éxito.
No
obstante hay veces en esta vida en que el pasado vuelve y como dicen, segundas
partes nunca fueron buenas. Y este lema parece que va a tener una segunda parte
de no tanto esplendor.
Y
es que entre el tema de Mercasevilla, el de Invercaria y el del caso ERE, unido
a las noticias que se están publicando estos días relativas a la gestión en la
UGT de Andalucía, confirman que Andalucía está imparable, pero en corrupción.
Ayer
la juez Alaya imputaba a la ex consejera de Economía y ex ministra de Fomento,
Magdalena Álvarez, por dictar en 2003 las normas en las que se recogía el
concepto presupuestario de las transferencias de financiación para pagar ayudas
sociolaborales, algo
"absolutamente inadecuado" según la Jueza que instruye el caso.
Además también se imputa al viceconsejero de Economía y Hacienda desde 1990
hasta 2004.
Parece,
por lo tanto, que la jueza Alaya va avanzando en su investigación. Aunque tenga
en frente a “la PSOE” andaluza, que ya la acusa de abrir una “causa general”
contra la Junta.
Y
por otro lado tenemos a los dirigentes de la Unión General de Trabajadores en
Andalucía que, según informaciones publicadas ayer en prensa, empleó dinero destinado a los parados para su
campaña de las elecciones sindicales de 2010.
UGT
de Andalucía encargó a la empresa Publicar D&M 42.800 bandoleras, 50.000 destornilladores con linternas LED y
mosquetón y 50.000 bolsas de compra sin tejer y plegables. Y según se informa
en Libertad Digital, simularon facturas de estas compras como material del
programa Andalucía Orienta, un programa dirigido a las personas demandantes de
empleo inscritas como tales en el Servicio Andaluz de Empleo. Y especialmente a
las personas con discapacidad, a estudiantes universitarios y recién titulados,
a mujeres, a jóvenes y a personas desempleadas con especiales dificultades para
la inserción.
Esto
es lo que tiene tantos años de gobierno, de décadas de poder absoluto, que la corrupción
lo abarca todo, que llega a todos los rincones. Espero que los andaluces tomen
conciencia, se den cuenta de esta situación, porque desgraciadamente ya se
puede decir eso de Andalucía imparable... en corrupción.
!Que horror! Me quedo sin palabras.
ResponderEliminarLa verdad es que sí Rafael, es un horror. Un saludo y gracias por participar.
EliminarTodas las instituciones en este país son corruptas. Pero solo se resalta el PSOE. ¿Sera para beneficiar a otros partidos? ¿Para qué no se sepa todo lo demás?
ResponderEliminarEl síndrome de calvo
ResponderEliminarQuiero romper una lanza a favor de todos/as pertenecientes a la clase politicosindical, que aparecen involucrados en casos de apropiación, corrupción y, o malversación de fondos públicos. En la práctica totalidad de las ocasiones, el desconocimiento de la comisión de delito, es evidente y demostrable. Nuestros injustamente vilipendiados regidores, no son otra cosa que victimas de el síndrome de calvo, trastorno que se hizo evidente en la persona de doña Carmen Calvo (ex ministra de cultura e insigne vecina) en cuyo fuero interno habitaba el cisma sobre la propiedad de el dinero público, lo que la llevo a sentenciar "Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie." (29 de mayo, 2004) Calvo «dixit» , o «Pixi» que más da, tratándose de ella. Visto lo anterior, a nadie se le puede condenar por disponer de lo que no tiene dueño, sería una injusticia intolerable.
Buen nombre ese de síndrome de Calvo. Y aunque tengo una gran admiración por Carmen Calvo y mantengo una buena relación, es cierto lo que apuntas. Ahí se lució y luego pasa lo que pasa.
EliminarEn este país, por desgracia, tenemos corrupción en grandes cantidades pero es muy asqueroso eso de perdonar o tratar de ignorar a los corruptos de nuestro club y fijarse y no parar de hablar de los corruptos ajenos. Hemos de estar contra esta basura venga de donde venga, ahora y siempre.
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