Hoy os traigo una historia que me ha llegado vía WhatsApp
y que resume de una forma muy clara y simple lo que está ocurriendo con el
gobierno de la Generalidad de Cataluña y Artur Mas.
<<He pensado yo, que voy a ejercer mi derecho
a decidir.
El lunes voy a ir a hablar con el administrador de
la comunidad de vecinos de mi edificio, para informarle de que pienso pintar la
fachada de mi piso de verde.
Ya me imagino su reacción, se negará a negociar, me
dirá que tiene que estar toda la fachada del mismo color, que para pintar el
edificio lo tendrían que votar todos los vecinos de la comunidad…
Me voy a negar en rotundo, le voy a decir que el 15
de enero, digan lo que digan tanto la comunidad, como el ayuntamiento, yo mi
fachada la pinto de verde, que ejerzo mi derecho a decidir y que además se va a
hacer una votación, pero nada de votar todos los vecinos, ellos no viven en mi
casa, por lo que se votará únicamente en mi casa.
Ya lo tengo todo maquetado: no voy a poner un
mínimo de participación, también podrán votar los menores de edad (tengo un
niño de 2 años y una niña de 5, que dirán que sí, porque les he dicho que el
verde es más bonito, que mola más y que serán la envidia del barrio), mi mujer
dice que ella pasa de votar, que no está para tonterías y que hay que hacer lo
que decida la comunidad, será facha la tía esta. ¡FASCISTA!
Además podrá votar mi hermano ya que trabaja aquí y
puede subir a casa cuando quiera, como le he prometido un aumento de sueldo
(que no pienso cumplir), votará que sí.
También podrán votar unos colegas míos y vienen a
mi casa de vez en cuando, a los que les he prometido cervezas de marca y jamón
ibérico si apoyan mi decisión, luego les pondré cerveza del Día y
patatas fritas como hago siempre, en el mejor de los casos.
A la comunidad les diré que o me dejan hacerlo o
dejaré de pagar la comunidad.
Por supuesto, los votos los contaré yo mismo, con
lo que entre mi voto, el de mis dos niños, mi hermano y mis cinco colegas suman
150 votos a favor y una abstención de la facha de mi mujer, que precisamente es
la única nacida aquí.
Ah! Y el dinero del jamón ibérico y las cervezas lo
cojo de lo contribución vecinal>>.
Solo le ha faltado contar a este propietario que la
gran mayoría de los muebles que tiene en su casa han sido comprados gracias a
los préstamos que le ha facilitado la comunidad de propietarios; y que otros
que compró él directamente todavía están por pagar. Esperemos que en esta
comunidad el presidente sepa dejar las cosas claras y atajar este tipo de
iniciativas.
Buena idea de "renovación" y "visualización" de las más que evidentes diferencias con los vecinos, cosa que se arrastra históricamente dado que hace años pretendí cambiar la antena comunitaria y me hicieron el agravio de negarse.
ResponderEliminarEsta buena idea, además, sirve para identificar a la gente : el que critique mi decisión es, claramente, un fascista. ¿Cómo se puede estar contra el "derecho a decidir"? ¿Y contra la "libertad de expresión"? ¡Fascistas!
Por supuesto, los gastos de pintura de la fachada correrán a cargo de la comunidad, dado que la fachada, aunque de mí y mía, es un elemento común. Una vez pintado, costeado por ellos, el verde de mi fachada es exclusivamente mío y los vecinos, esos fascistas, han de respetarlo si creen en los valores democráticos de los individuos y en la libertad de los pueblos, en este caso vecinos, que viven todos juntos en este pequeño mundo que es la escalera que contiene derechos inalienables a los que no pienso renunciar y solicitaré en el futuro.
Pues sí Romero, como discrepes eres un facha. :-))
EliminarSe te ha olvidado decir que el presidente de la comunidad, usara esto para esconder su mala gestión de la presidencia de la comunidad.
ResponderEliminarQue sirva de cortina de humo, tanto para el presidente como para el propietario del piso.
Eso también, Alfonso.
EliminarQue lástima de post Ángel, te tenía por una persona con algo más de nivel. O me equivoqué o cuando hablas de Catalunya te pierde tu nacionalismo español y te hace escribir "historias de whatsapp".
ResponderEliminarLuego dices que los catalanes estamos manipulados, y lo que haces tú? Por favor, evita decir que eres catalán, te lo pido por favor.
Lástima que no tengas sentido del humor ni autocrítica, Marc. Yo no manipulo a nadie, solo doy mi opinión, y nunca generalizo.
EliminarPor cierto el final es de traca: "Por favor, evita decir que eres catalán, te lo pido por favor". Ahí lo dejo. Tú solito te has definido.
Ángel, diría exactamente lo mismo si un andaluz contase mentiras de Andalucía en cualquier otro lugar.
ResponderEliminarPor supuesto se pueden tener opiniones distintas pero jamás mentir ni manipular la información. Por culpa de ésto estamos donde estamos, y esa culpa es bidirecciona eh.
Este no es el camino para redirigir la situación Ángel, haces exactamente lo mismo que hacen los dos gobiernos. En lugar de construir puentes los derribas.
En fin tu sabrás, yo seguiré intentando debatir en la calle con argumentos, no con manipulaciones.
¿Qué mentiras cuento de Cataluña? Bueno, de Cataluña no, de los separatistas catalanes.
EliminarCosas de Andalucía critico todos los días y con ello no critico a todos los andaluces. Yo no tengo que construir puentes, yo doy mi opinión sobre lo que veo. Y criticar las actuaciones de algunos no es criticarlos a todos, ni mucho menos.
Un saludo.
Me temo que no hayas llegado a descubrir el fondo de la cuestión, amigo Ángel. Has olvidado decir que, en realidad, el díscolo miembro de la comunidad de propietarios quiere pintar su casa de verde, para después poder decir que su casa tiene su propia idiosincrasia y que eso le permite independizarse de la comunidad de propietarios y asumir personal y directamente los gastos y las gestiones que emanen de su propio mantenimiento.
ResponderEliminarEl objetivo final de este peculiar sujeto no es, pues, la diferencia cromática de sus muros respecto al resto del edificio, sino poder decir que no es justo que su vivienda participe igualitariamente con otros vecinos en los gastos del ascensor, cuando la realidad es que su propiedad está ubicada en la planta primera, y considera que su participación en dichos gastos debería ser inferior a la de otros vecinos que viven en plantas más altas.
Tampoco has dicho, amigo Ángel, que la comunidad se ha reunido repetidamente con su miembro secesionario, pero que jamás consiguió llegar a un acuerdo con él respecto a la financiación de los gastos del dichoso ascensor, ni que todo arranca de la intención de este vecino de poner en su casa una casa de citas, que la regentará su hija que es muy mona, y no quiere estar limitado en su proyecto por las directivas de la comunidad de propietarios.
Dejémonos de parábolas y vayamos al grano:
• Cataluña no pide su independencia porque sus ciudadanos hablen mayoritariamente catalán, sino que se ha gastado grandes cantidades de dinero y ha realizado grandes esfuerzos para que su “lengua madre” llegue a ser el factor identitario de un nacionalismo que requiere su separación de España.
• Las instituciones españolas negocian con la generalitat una solución en el ámbito del Estatuto catalán de 2006, pero que resulta estéril porque existen objeciones e intenciones ocultas en ambos bandos que hacen imposible un acercamiento de intereses.
• Todo indica que la cuestión catalana no está planteada en clave del interés de los ciudadanos o de la viabilidad de España y/o Cataluña como naciones, sino en el de políticos que pretenden ser cabeza de ratón en lugar de rabo de león, por una parte; o que pretenden mantener España unida para garantizar un más amplio territorio de caza, por la otra.
¿Qué solución tiene este entuerto?: Restaurar el modelo España y hacer de España el proyecto atractivo e ilusionante que dejó de ser cuando los españoles descubrimos que quienes habían venido a devolvernos nuestras libertades, los políticos, solo lo habían hecho para “lo suyo”