Ayer publicaba un artículo en el que, bajo el
título “En mi piso hago lo que quiero”,
reproducía una pequeña historia que me había llegado por medio de un grupo de
WhatsApp. Por si no la habéis leído, la historia ironiza con el proceso
separatista catalán en el ámbito de una consulta en una comunidad de vecinos,
caricaturizando el derecho a decidir.
Simplemente lo publiqué porque me pareció muy clarificador
y, además, añadía una nota de humor. Aunque alguno no lo entendiera.
Y alguno no lo entendió, y lo digo por el
comentario que me dejó un lector del Blog, y que decía lo siguiente:
<<Que lástima de post Ángel, te tenía por una
persona con algo más de nivel. O me equivoqué o cuando hablas de Catalunya te
pierde tu nacionalismo español y te hace escribir "historias de
whatsapp".
Luego dices que los catalanes estamos manipulados,
y lo que haces tú? Por favor, evita decir que eres catalán, te lo pido por
favor>>. La conversación siguió, la tenéis en el post de ayer.
El caso es que esta forma de pensar es muy
generalizada en la sociedad catalana, en una parte, claro. Una parte de la
sociedad que considera que cualquier ataque a los dirigentes de la Generalidad,
por ejemplo, es un ataque a Cataluña, cuando lógicamente no es así.
Ya me pasó hace unos años con un conocido de mi
pueblo, Teià, que me pidió amistad por Facebook; a los días me escribió en el
muro increpándome, diciéndome que cómo podía decir las cosas que decía, que
parecía mentira que fuera catalán y que desde ese momento me bloqueaba como
amigo.
Se trata de personas que no ven más allá de sus
narices, que solo permiten un único discurso y que no aceptan la diversidad de
pensamiento en la sociedad en la que viven. Y como muestra el ejemplo del
comentario de ayer, que llegaba a pedirme por favor que evite decir que soy
catalán.
Esa ha sido la gran victoria del nacionalismo,
conseguir inocular en una parte de la sociedad la idea de que el que ataca al
nacionalismo ataca a todos los catalanes y de que para ser buen catalán hay que
pensar como ellos, que los que no piensan como ellos no son merecedores de ser
catalanes.
Es que eso es lo que viene diciendo mucha gente, entre la que me incluyo. El nacionalismo hace mucho que dejó de ser una forma de ver la política para convertirse en lo que realmente es : una religión.
ResponderEliminarLo suyo son dogmas de fe y, como tales, no pueden ponerse en duda. Lo suyo es la necesidad de señalar un enemigo exterior para reafirmarse en "lo propio". Lo suyo es crear fronteras donde no existen ni hay necesidad de ellas. Lo suyo es adecuar la historia a sus fines aunque para ello haya que manipularla e introducirla con engaño en las mentes de sus propios hijos.
Por eso, como no sigues el dictado de mínimos del pensamiento único nacionalista (puedes ser de CiU o de ERC, por ejemplo, pero no puedes poner en duda los supuestos básicos del nacionalismo) , se te señala de inmediato.
El nacionalismo es lo auténticamente "fascista", utilizando un adjetivo que tanto gusta de usar hoy a algunos, muy de progresía ellos, muy de derechos, muy de liberaciones, pero de ninguna obligación. De tanto etiquetar a la gente crítica con lo de fascista ya no saben muy bien qué significa.
Pero, curiosamente, imponer a la gente una religión política, enseñar a los niños historieta (que no historia) y repudiar a conciudadanos porque no piensan como tú ... eso no es fascista. Y resulta que eso de la "liberación de los pueblos" de superprogres y perroflautas varios encuentra sentido, precisamente, en liberar a la sociedad de una ideología trasnochada y decimonónica como son los nacionalismos identitarios peninsulares.
Pero quizás estoy confundido y estoy pidiendo peras al olmo.
Pues sí mi querido Romero.
EliminarDon Angel, solo dos lineas para recordarle una frase que seguro conoce "Ladran Sancho, señal que cabalgamos"
ResponderEliminarUn saludo.
El problema es cuando ladran más de lo que uno cabalga. No obstante continuaremos. :-)
EliminarPero ustedes los nacionalistas españoles hacéis lo mismo con los que siendo españoles no son nacionalistas españoles. Pero no se cuenta. Seré yo un buen español.
ResponderEliminarCuándo he hecho eso yo contigo?, además yo no soy nacionalista español, yo soy patriota.
EliminarA E.R. Martinez un señor que queria volar se tiro de una azotea de edificio de 10 plantas, cuando iba en caida vertiginosa por la quinta y oia las voces, penso, me jalean, hasta aqui todo bien.
ResponderEliminarAqui se habla mucho de patrias sentimentales y poco de Estados efectivos.
ResponderEliminarPues sí, Temujin, lo mejor sería que las dos funcionaran, porque no son incompatibles. Un saludo.
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