Ayer publicaba el diario
ABC el penúltimo escándalo que afecta a la Junta de Andalucía, relacionado con
el destino de 1,3 millones de euros en subvenciones otorgados entre los años
2008 y 2011 a una empresa de Jaén, llamada MKF.
Esta empresa, dedicada al
marketing y telemarketing recibió estas subvenciones por la creación de empleos
estables en personas con discapacidad, se trataba de un Centro Especial de Empleo,
por contar con una plantilla integrada, al menos, por un 70 % de
discapacitados. Y es que según la denuncia presentada ante la Fiscalía Federación
Granadina de Discapacitados Físicos y Orgánicos, que dio lugar a la apertura de
diligencias en junio de 2011, los trabajadores contratados eran sometidos a
vejaciones y a prácticas contrarias a la legislación laboral, como firmar
nóminas que nunca cobraban, no disponer de ordenadores ni de teléfonos (en una
empresa de telemarketing) o a trabajar de noche bajo la luz de velas, entre
otras.
Es verdad que en este caso
la Junta de Andalucía no tiene una responsabilidad directa, pues esos hechos
eran ejecutados por una empresa que se limitaba a recibir ayudas públicas y a
no utilizar esos fondos para lo que realmente estaban destinados; pero también
es verdad que esta es una historia que se repite. ¿Recordáis lo de los cursos
de formación de los sindicatos, o el caso ERE, o …?
Ese es el problema, que
es algo que se repite, y es que en Andalucía han sido (o son) muchos los que se
han hecho de oro a costa de hacer suyas las ayudas y subvenciones destinadas a
otros, a personas que realmente lo necesitaban. Y por esa falta de control, por
ese “mirar para otro lado”, es por lo que deberían dar muchas explicaciones los
responsables de la Junta de Andalucía, al más alto nivel. Solo por eso ya
deberían estar avergonzados, por no haberse preocupado de controlar a quien
subvencionan, a quien dan ayudas. Aunque a lo mejor es que no les interesa controlar…
¿Que seria de este blog sin PSOE?
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