Los atentados de la
pasada semana en París han supuesto una ola de miedo en los gobiernos europeos,
y de preocupación en gran parte de la ciudadanía, que ha llevado a que se
vuelvan a plantear medidas de seguridad y de información sobre los ciudadanos. Y
es que parece que el riesgo de nuevos atentados es patente, más cuando los
radicales islámicos hacen uso de los llamados “lobos solitarios”, personas que
actúan de forma independiente de cualquier otras células terroristas, a las que
en la mayoría de los casos ni conocen.
Y ante ese riesgo de
ataque terrorista se plantea por nuestros políticos una reducción de nuestras
libertades, por ejemplo con la puesta en marcha de un registro de movimientos
de los ciudadanos europeos (en un principio de vía aérea), aunque también se
habla de la posibilidad de que, en determinadas circunstancias, se pueda
retirar el documento de identidad de sospechosos para evitar la salida del país
que corresponda.
Y a mí se me plantean
dudas, muchas dudas. Y se me plantean dudas porque por un lado estoy de acuerdo
con estas medidas que conllevarían más seguridad para todos los ciudadanos
europeos. Al fin y al cabo los defensores de las mismas te dicen que el que no
haga nada malo, que el que no sea terrorista no tiene nada que ocultar, por lo
que no le ha de importar que se registren sus movimientos. Y sí, con eso puedo
estar de acuerdo, más cuando muchos tenemos en nuestros teléfonos móviles
activada la opción de localización, pero bueno, eso es algo voluntario.
Pero por otro lado no me
gusta nada que el Estado conozca todos mis pasos y tenga mucha información
sobre mi persona. Porque si ahora decimos que sí a estas medidas, amparadas en
la protección de los ciudadanos ante el terrorismo, mañana, por ejemplo, se podrían
aplicar esas mismas medidas contra los blogueros que critican al gobierno de
turno o contra los vendedores de libros. Y lo mismo aplico a las escuchas telefónicas
y del resto de comunicaciones.
Pues eso, que estoy hecho
un lío, que no sé si apoyar estas medidas o no. ¿Qué opináis vosotros?,
agradecería vuestra opinión.
Llevas razón, lo que para una cosa seria muy bueno para otra seria catastrófico
ResponderEliminarMuy buen articulo este que has escrito. Ya que este si es un problema que esta viviendo el pueblo.
ResponderEliminarCuando se ponen hablar de seguridad, lo hablan como si fuera un concepto militar y nos quieren poner los mismos métodos que el pueblo fuera su ejercito. Algo que denota la falta de sensibilidad hacia los ciudadanos. Nuestra seguridad es civil no militar.
Si hiciéramos un mapa de los movimientos que hacen los ejércitos de los países y los atentados, se vería que a lo mejor estos atentados son la reacción de las acciones de montar conflictos para el beneficio de algunos.
Para colmo nuestro presidente del gobierno, se manifieste con una elite política en Paris, mientras que en su país, imputa a un humorista mientras por hacer lo mismo que Charlie Hebdo. Sin hablar de La Ley Mordaza.
Conforme la humanidad hace nuevos descubrimientos o se enfrena a nuevos retos, la sociedad se moviliza automáticamente hasta encontrar un nuevo equilibrio. Así pues, es equilibrio no es un concepto universal ni en el tiempo ni en el espacio, sino un ritual que responde a las circunstancias de cada momento y cada lugar.
ResponderEliminar¿Quién iba a decir que los pueblos en los que actualmente anida el yihadismo islámico iban a ser capaces de lanzarnos a la cara a los “desarrollados” un reto del calado del que nos lanzan con el mayor despotismo?
¿De verdad te preocupa la protección de tus datos personales, si la ponemos en el contexto de una guerra contra un enemigo que, no es que no tema a la muerte, sino que la busca como pretexto para entrar en el paraíso?
Me temo, amigo Ángel, que nos quedan muchas cosas que ver. Y muy trágicas.