Hoy contamos con una
nueva colaboración de Antonio de la Torre, en la que hace un repaso a la
actualidad Nacional. Y es que el tiempo vuela y como dice don Antonio, las
noticias se acumulan. ¡Feliz jueves!
Tras unos días de reposo
visual, aunque con el oído atento,
debido a la eliminación de una catarata en mi ojo derecho –debo decir
que exitosa y nada traumática, salvo el previo, en lo que a “susto” se refiere-
vuelvo a la actualidad del día a día y la acumulación de noticias se desborda.
Empiezo la mañana con la
carta de Cayetana Álvarez de Toledo al Presidente del Partido Popular, no por
esperada menos… ¿sorprendente?, en la que le “anticipa” su “deseo de no volver
a formar parte de su candidatura”. Es decir, cinco minutos antes de que salgan
las listas y de que se haga público lo que ya era de sobra conocido dentro y
fuera del Partido Popular, que Mariano Rajoy no iba a contar con ella para las
próximas elecciones, Dª Cayetana tiene este quijotesco acto de
"valentía" y anuncia su "deseo" de no volver a presentarse.
No seré yo quien discrepe de su “meditada” e interesante argumentación, pero la
considero muy a destiempo e inoportuna.
Desde que apareció como
portavoz de Libres e Iguales, hace un año, más o menos, creo que está sobrando
en el Congreso -tal vez antes, si consideramos sus iniciativas parlamentarias que, al menos yo,
desconozco-, pero debe ser más cómodo llevar la portavocía de esa Plataforma y seguir
cobrando y disfrutando del soporte que da el escaño; fuera hace mucho frío. En
ese momento ya era clara su disidencia y discrepancia con la actual cúpula del
PP. Si, entonces, escribe esta carta y se va, tendría todos mis respetos. Así,
no –sigo “haciendo amigos”-. Le pongo como ejemplo a don Manuel Pizarro quien,
al verse ninguneado por Rajoy, que lo llevó nada menos que de número dos en las
últimas elecciones, dejó el escaño y se fue. Eso es lo que, a mi juicio, debe hacer
una persona que discrepa con el que lo pone.
Y el Ministro de Hacienda
se “despacha” en una entrevista en El Mundo y, según qué medio se lea,
“arremete” contra todo “bicho viviente” de su partido. Recomiendo su lectura en
la que se puede ver el lado oscuro de ese puesto tan denostado por todos.
No voy a ser yo quien
defienda al Sr. Montoro. Él sólo se bastaría y, a buen seguro, lo sabría hacer
bien. Solo dejo aquí la misma reflexión-pregunta que he expresado reiteradas
veces en mis artículos y comentarios dirigidos al Presidente de Gobierno. Sin
poner en duda la trascendencia y el mérito de lo hecho para evitar el más que
evidente rescate que la economía española hubiera necesitado de haber seguido
por la senda que nos llevó la política económica errática y ruinosa de Zapatero
¿no habrían funcionado mejor las cosas, para los españoles en general y para el
Partido Popular en particular, de haber aplicado una política de recorte del
gasto real y profunda, ajustando a las autonomías despilfarradoras y en
quiebra, junto a la política fiscal
basada en los recortes del poder adquisitivo a base de “meter la mano” en los
bolsillos de los ciudadanos mediante la subida de impuestos directos e
indirectos?
Después, si Aznar es
oportuno o no en sus comentarios críticos, que seguramente no lo es; si los
“enciclopédicos” tertulianos sentencian sin un conocimiento de causa exhaustivo
sobre lo que opinan; si el Ministro de Economía ha hecho mejor o peor “su
trabajo”, etc., lo dejo para la opinión del lector que será casi tan diversa
como lectores haya. Los españoles somos así.
En lo que sí estoy de
acuerdo con lo que dice don Cristóbal Montoro es en la falta de dignidad
de Pedro Solbes y Miguel Sebastián que
ahora dicen “que lo vieron venir, que avisaron de la burbuja pero no les
hicieron caso”, pero no se fueron. También en considerar a Ciudadanos como «un
partido de aluvión» cuyos gurús económicos, Luis Garicano y Francisco de la
Torre, no lograron los cargos que deseaban en la Administración Rajoy. ¿Será
cierto esto? “Piensa mal y acertarás”, dice nuestro sabio refranero. Y, por
supuesto, en que “el PP tiene que levantar la cabeza”, ¿lo hará? Dicho queda.
Sigue el día con la
anunciada dimisión de la Presidenta del Partido Popular de Vascongadas, la
guapa Arantxa Quiroga. En Mayo de 2013, cuando se comentaba su posible
nombramiento, escribí esto: “si se consuma lo que parece, y acepta su
nominación a dedo como Presidenta del PP de Vascongadas, un nombramiento de
despacho, tengo que expresar mi enorme decepción, que se convertiría en total,
si su primera decisión no fuera convocar un Congreso Extraordinario, libre y
abierto a todos los afiliados del PP en la región… Lo contrario, asumir esa
responsabilidad sin más refrendo que la decisión de Basagoiti consensuada por
Génova 13, supondría un comportamiento que dista mucho de la necesaria
democracia interna que debe presidir el régimen interno de los partidos….
Confío en el buen criterio de Arantxa Quiroga para que no acepte ese
nombramiento digital que propone el disidente Antonio Basagoiti, sin la
condición citada -el inmediato Congreso-, sin más argumento que decir que “se
trata de una persona que reúne el consenso de todos”, es decir, el suyo, y quizás
el de su segundo, ese lamentable error apellidado Oyarzábal, que puede que
aspirase a ese puesto, lo que hubiera sido un despropósito aún mayor…”. Otro
gallo le hubiera cantado de haber hecho lo que tenía que hacer en lugar de
prestarse a ser el “florero” útil para algunos y seguirles el juego. Tal vez no
hubiera sido elegida, pero habría salido reforzada. Ahora se va por la puerta
de atrás. La historia se repite.
Merece unas líneas la
decisión del TSJ de Andalucía de apartar a la Juez Mercedes Alaya de la causa
de los ERE que ella instruyó y podría seguir haciéndolo pese a haber conseguido
el puesto de la Audiencia Provincial que le correspondía y que, en otros muchos
casos, no ha sido un obstáculo para continuar la instrucción por su titular.
Pero claro, en este caso el interés político del PSOE era otro y, ¡oh,
casualidad!, el poder judicial toma la decisión que quería el poder político al
que doña Mercedes le complicaba la vida. Y no sólo esto, sino que en lugar de
pasar la instrucción del caso ERE al juez que le correspondía, su juez de
apoyo, en una maniobra propia de la prestidigitación -sorprende, pero tiene
truco- aparece repentinamente y por arte de birlibirloque la juez Núñez
Bolaños, artista “invitada” de última hora que, ¡oh, nueva casualidad!, tiene
una relación de amistad familiar con el hoy Consejero de Justicia de la Junta
de Andalucía. No, no piense mal, querido lector, que ha sido, sin duda, una conjunción de casualidades que el destino
quiso así, faltaría más. ¿O deberíamos decir de causalidades propiciadas por
algún duende político, que, “haberlos, haylos”?
¿Dirá ahora algo el socio
Ciudadanos sobre este cúmulo de casualidades? Que cada cual opine.
Y, mientras tanto,
seguimos con las “Carmenadas” de la Alcaldesa de Madrid, que, entre desaliojo y
desalojo de terrazas del distrito de Salamanca, recorta el proyecto de Villar
Mir en Canalejas, insiste en su obcecación con mantener la fachada del Edificio
España pese a las dificultades técnicas y el alto riesgo que ello supone para
la compañía Wanda y su cariño con los ‘okupas’ de Patio Maravillas, a los que
les ofrece un catálogo de viviendas a elegir, gratis total, claro.
Merece un par de líneas
las últimas declaraciones del líder de Podemos, “Coleta Morada”, respecto a su
actividad sexual en campaña y su limitación a ocho años de presencia en
política activa y una pequeña pincelada a la margarita que sigue deshojando las
CUP sobre su apoyo o no a la investidura de Mas como presidente de la
Generalidad que, por su parte, sigue en su delirio megalómano de proclamarse
como Arturo I de Cataluña.
No está mal para tan
pocos días y se quedaron cosas en el tintero. Mañana más.
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