En España para poder
emitir tanto en televisión como en radio uno necesita autorización
administrativa, es decir, permiso del Gobierno, ya que las telecomunicaciones (lo
llaman ‘el espacio radioeléctrico’) tienen el carácter de dominio público y es
el Estado el que autoriza o no su uso.
Y resulta que esta
semana, según informan casi todos los medios de comunicación, el Gobierno ha
empezado a comunicar, de forma extraoficial, el reparto de las seis cadenas de
TDT que se lanzaron a concurso hace unos meses. Según parece el reparto va a
beneficiar a Atresmedia y Mediaset, los gigantes de la televisión en nuestro
País, a Real Madrid TV, a Secuoya y a 13 TV. Dejando fuera, entre otras a Prisa
y a El Corte Inglés, que también optaban a una concesión.
Es decir, en nuestro País
(no sé cómo se actúa en otros estados de nuestro entorno), no existe libertad
para emitir por televisión o radio, es la Administración la que debe autorizar
la misma, algo que me parece un atentado contra la libertad de los ciudadanos,
por un lado, y de los medios de comunicación, que se ven sometidos al poder
político para poder desarrollar su actividad.
Porque digo yo, si los
medios técnicos permiten una serie de canales, mientras estos estén libres,
¿por qué no se da la posibilidad de que sean utilizados por quien quiera?,
¿quién es el Estado para limitar ese derecho? Si un grupo de comunicación
quiere montar una televisión o una radio y existe la posibilidad técnica, ¿por
qué debe quedar supeditado a determinada autorización administrativa?
Sinceramente solo puedo
darle una explicación a esta situación, la intención del poder político por
controlar y decidir quién puede emitir por radio o televisión. Como siempre
digo, yo lo que quiero es libertad, y en este caso para que quien quiera pueda
emitir por la TDT o por radio con total libertad, sin necesidad de autorización
del político de turno.
Totalmente de acuerdo con el fondo del artículo.
ResponderEliminarVuelve a ponerse en primer plano la "particularidad" de nuestra pervertida democracia en la que el intervencionismo del Estado hace que parezca cualquier cosa menos que se trate de verdadera LIBERTAD, con mayúsculas, la que tenemos en nuestra querida España. Desde la Justicia a los medios de comunicación, el "Cuarto Poder", todo está controlado por el Gobierno. Orwell en estado puro.
Y, para colmo, se repite la historia: se vuelve a 'premiar' al que le sacude, Mediaset e, indirectamente, a la Sexta (¿o era la SeCta?) a través de Antena 3 y se deja fuera al fiel amigo, ABC. Para hacérselo mirar.
Y que alguien diga después que este Gobierno no es 'objetivo'. ¡Qué injusticia, por Dios!.