Los domingos en Desde el
Caballo de las Tendillas son para recordar, y hoy traemos un artículo de abril
de 2013 en el que pedíamos libertad, más liberalismo en la sociedad y no tanta
tutela y control de lo público. ¡Feliz día!
Un paso más de demagogia
socialista, un paso más de populismo. Ante la falta de ideas, ante la falta de
liderazgo, normalmente los políticos siempre se dedican a pedir para el pueblo
cosas sin sentido, con el único objetivo de intentar ganarse el favor de los
que se dejan llevar por las palabras, más que por los hechos.
Y hay gente a la que
estas actitudes les gusta, si hace años Manuel Chaves prometió vacaciones
pagadas para las ama de casa andaluzas (algo que, lógicamente, nunca cumplió),
ahora el Sr. P. Rubalcaba propone crear un fondo de mil millones de euros para
combatir la pobreza, ¡ya lo podría donar el propio PSOE de lo que han
malversado con los ERE en Andalucía!
Señores del PSOE, ¡ya
está bien! dejen de engañar a los ciudadanos con propuestas inútiles, que no
van a ningún lado.
De todos es sabido que
España vive una crisis brutal, que se está cebando con la clase media, con los
trabajadores; personas que, además, estamos soportando la mayoría de los
esfuerzos y estamos viendo mermada nuestra capacidad económica. Pero esto, en
mi opinión, no se arregla con la correspondiente subvención de “papá estado”.
Si queremos salir de
esta, si queremos que España se recupere, tenemos que cambiar la forma de
pensar, la mentalidad de los españoles y estos cambios pasan, en gran parte,
por tomar conciencia de que el Estado no ha de estar para salvarnos de
cualquier problema.
Pero eso sí, para que el
Estado deje de “salvarnos”, el propio Estado ha de tomar conciencia de la
situación que vivimos y adoptar las reformas necesarias. Para empezar adelgazar
la administración, como venimos diciendo en muchos otros artículos, dejar de
gastar en organismos y chiringuitos inútiles, ayudar y fomentar el
emprendimiento dando facilidades a los nuevos empresarios (no solo a los
jóvenes), si hicieran eso posiblemente tendrían mucho más presupuesto para
ayudar a los que realmente lo necesitan, pero de una forma seria, no a modo de
subvención, como si se tratara de caridad.
Lo triste es que a
nuestros políticos les interesa una sociedad subvencionada, una sociedad que
dependa de ellos, y yo no quiero que me den el pescado, yo no quiero que me
enseñen a pescar, ¡yo lo único que quiero es que me dejen pescar
tranquilo!
No hay comentarios :
Publicar un comentario