Hoy contamos con una
nueva colaboración de José Quijada Rubira, en un interesante artículo que nos
da su particular visión sobre la situación que vive nuestro País. Un artículo
que no os podéis perder…
No ha sido la gota que ha
colmado el vaso de la ignominia a España porque ya rebosó hace mucho
tiempo, pero es otra muestra más de la
constante agresión que sufre España por sus infames y traidores políticos con
el consentimiento de una sociedad cobarde, ignorante, sin valores e ideales
patrióticos. Me refiero al comedor social, exclusivamente para extranjeros, que
ha abierto el Ayuntamiento podemita de Madrid pero que lo dirige la Comunidad
del PP, con su presidenta Cifuentes a la cabeza, la más progre entre las
progres del mundo. Y todo esto es consecuencia de la espoleta retardada que
supuso la Constitución de 1978 y su aberrante e imposible “nación de
nacionalidades”, que nos está detonando desde hace varios años y que nos
acabará por destruir cuando estalle completamente, dejando a la gloriosa y
milenaria España en un recuerdo pasado, en una reminiscencia de una gran nación
que fue demolida, destrozada y troceada por su propio pueblo, incapaz de
defender su Patria.
En un artículo anterior,
exponía el sentirse apátrida en la misma España; convivir en una nación que
amas pero en la que te sientes un extraño por amarla, por enorgullecerte de su
prodigiosa historia y sus gestas nunca igualadas. Y todo ello se debe a que no
se dio ni se da la batalla de las ideas, por una derecha que no sólo ha
desertado de combatir el mantra de la superioridad moral de la izquierda y su
Himalaya de engaños, sino que colabora con ella y da por verdaderas todas las
gigantescas falsedades y manipulaciones de la izquierda española, una orgía de
mentiras. Así, la derecha da premios nacionales a antiespañoles como el
pervertido Goytisolo; a Trueba, el que atenta contra el cine cada vez que nos
castiga con un nuevo e infumable bodrio. También, como en 1995, la derecha está de acuerdo (diputado del PP,
Bueso Zaera) con conceder la nacionalidad española a todos los antiguos miembros
de las Brigadas Internacionales,
sicarios de Stalin que cometieron atrocidades sin fin con los padres y abuelos
de muchísimos españoles y votantes del PP, un agravio sin precedentes.
Decía San Félix III (Papa
del 483 al 492) que “Cuando el error no es combatido, termina siendo aceptado; cuando
la verdad no es defendida, termina siendo oprimida”. Es lo que está pasando en
esta enferma España a los pocos que nos atrevemos a luchar por la verdad,
siempre nadando contracorriente, mirados como apestados. Y aunque lo que
acontece hoy nos conduce al pesimismo, me agarro con vehemencia a las palabras
que Don Pelayo dijo al traidor Don Oppas cuando éste es enviado por los moros
para que se entregue aquél: “No quiero amistad con los sarracenos ni sujetarme
a su imperio. Porque ¿no sabes tú que la Iglesia de Dios se compara a la luna,
que estando eclipsada vuelve a su plenitud? Confiamos, pues, en la misericordia
de Dios, que de este monte que ves saldrá la salud para España”. Ojalá
encontremos pronto otra Covadonga que sea fuente de inspiración para la
reconstrucción de la gran España, mi querida y añorada España milenaria,
paradigma y envidia del mundo.
Sentirse orgulloso de un trozo de tierra no tiene sentido. Si se abre un comedor social para extranjeros, como se ha realizado, y se piensa que es una ofensa a los españoles... Apague y vayámonos.
ResponderEliminarLo suscribo de inicio a fin.
ResponderEliminarFeliz Año Nuevo y a salvar a España de tanto descerebrado progre. Todavía se puede.