Ayer volvía a saltar la noticia, ayer el Juez José Castro
volvía a imputar a Cristina de Borbón, Duquesa de Palma e Infanta del Reino de
España. En un Auto de 227 folios, que se dice pronto, imputa a la hija de los
Reyes de España de un delito fiscal y otro de blanqueo de capitales.
Por muy Abogado que sea no me ha dado tiempo a
leerme los 227 folios de los que consta el Auto, ni creo que lo llegue a hacer;
y como no lo he leído ni conozco el proceso, no voy a valorar si la imputación
es ajustada a derecho o no. Lo que sí puedo decir es que siguiendo la teoría de
los distintos partidos políticos una imputación le daría la Infanta la
posibilidad de defenderse y demostrar su inocencia ante la Justicia. Pero no,
parece que aplicando la ‘doctrina Botín’, podría librarse de la imputación y de
sentarse en el banquillo; ¿que qué dice la ‘doctrina Botín’? pues muy sencillo,
que no puede abrirse juicio oral solo a instancias de la acusación popular,
sino que es necesario que lo inste bien el Ministerio Fiscal, bien la acusación
particular. Y en los delitos que se le imputan (blanqueo de capitales y delito
fiscal), la acusación particular la ejerce el Estado, puesto que son delitos
contra la Hacienda Pública.
Por lo expuesto y siguiendo esta doctrina, que fue
dictada por el Tribunal Supremo en diciembre de 2007, tengo claro que la
hermana del Príncipe de Asturias no se sentará en el banquillo, porque ni la
Abogacía del Estado, siguiendo órdenes del Gobierno, ni la Fiscalía, siguiendo
órdenes del Gobierno, acusarán a la Infanta Cristina de ningún delito. Ahí
queda eso.
Así las cosas al final pasará que no pasará nada.
Pasará que tenemos a una Infanta de España manchada por un caso de corrupción y
acusada por un Juez de dos delitos muy graves y no pasará nada.
Yo no voy a entrar en temas legales, lo único que
digo, que vuelvo a repetir,
es que la Infanta Cristina debe renunciar a sus derechos dinásticos, a
pertenecer a la Familia Real y a recibir ningún tipo de asignación de la Casa
del Rey; porque la Familia Real se basa en el ejemplo, en el sacrificio y en la
entrega a España, algo que la Infanta Cristina no ha hecho, por lo que no es digna
de ostentar ningún derecho sobre la Corona de este País.