El Diputado de Unión Progreso y Democracia, Toni Cantó, no olvidará esta
semana. El lunes levantaron mucha polémica unas declaraciones suyas en Twitter,
en las que afirmaba que muchas de las denuncias que se presentan por malos
tratos son falsas. Como la pólvora corrieron las mismas por las redes sociales,
siendo “trending topic” (tendencia) durante varios días.
El Diputado de UPyD pidió disculpas, reconociendo su error en base a unos
datos valorados de forma errónea y no contrastados, y reiteró las mismas ante
la Comisión de Igualdad en la Cámara baja, de la que forma parte. Todos los
grupos condenaron sus declaraciones y además el PSOE, Izquierda Plural y BNG
pidieron expresamente su reprobación.
A estas críticas de los partidos políticos se han sumado más de 50
asociaciones feministas, que ayer presentaban en el registro del Congreso,
acompañadas por la portavoz de Educación de IU en la Cámara Baja, Caridad
García Álvarez, un escrito dirigido a Rosa Díez, en el que exigen la retirada
inmediata del acta de diputado a Toni Cantó por sus "opiniones infundadas
y falsas" sobre las víctimas de violencia de género.
Y es que parece que importa poco que el Sr. Cantó haya reconocido su
error y se haya excusado. Hay que reprobarlo y exigirle la dimisión. Vivir para
ver.
Y digo vivir para ver porque aunque las declaraciones del diputado de
UPyD hayan sido desafortunadas y fuera de lugar, entiendo que la exigencia de
responsabilidades es exagerada. Más cuando ha pedido excusas.
Y digo vivir para ver porque estos grupos políticos que tanto atacan a
Cantó, (parece que exageran sus declaraciones para que así no se hable de sus
miserias propias y desviar la atención de los medios), no actúan de igual
manera con sus compañeros los diputados de Bildu, ¡cosas curiosas de la vida!
Con los diputados etarras no se atreven, a éstos no les reprueban, pese a
las barbaridades que sueltan, pero a Toni Cantó le ha tocado… cosas de la
política.
