miércoles, 21 de junio de 2017

PODEMOS Y SU ÉTICA DE MENTIRA


Ayer se conocía la investigación (imputación) por parte del Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid de los dos concejales de Ahora Madrid (Podemos), Carlos Sánchez Mato y Celia Mayer, por unos presuntos delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y delito societario consecuencia de un convenio firmado entre el Ayuntamiento de Madrid y el Mutua Madrid Open. 

Y tras hacerse pública la imputación todo el mundo esperaba que los implicados, por su condición de cargos públicos, presentaran su dimisión de manera inmediata. Y no por las exigencias de la oposición o por un capricho de la prensa, sino simplemente por cumplir con el Código Ético de Ahora Madrid, un documento que suscribieron todos los candidatos de la formación podemita y que en su apartado 1.4 dice así:

«Compromiso de renuncia o cese de forma inmediata de todos los cargos, ante la imputación por la judicatura de delitos relacionados con corrupción, prevaricación con ánimo de lucro, tráfico de influencias, enriquecimiento injusto con recursos públicos o privados, cohecho, malversación y apropiación de fondos públicos, bien sea por interés propio o para favorecer a terceras personas. Así como también en casos de acusación judicial por delitos de racismo, xenofobia, violencia de género, homofobia u otros delitos contra los Derechos Humanos o los derechos de las personas trabajadoras».


Pero no, no ha sido así. Los dos imputados de Ahora Podemos no han presentado su dimisión, han recibido el respaldo del Gobierno municipal y de Ahora Podemos y, además, la formación de Podemos ha retirado el Código Ético de su página web. Todo muy ético, coherente y transparente…

Es decir, estos podemitas fueron totalmente libres a la hora de autoimponerse y firmar ese Código Ético, un Código que solo buscaba los votos de la gente al amparo de esas elevadas exigencias de honestidad y compromiso, un Código que cuando llega la hora no aplican y esconden. Un Código Ético que ha sacado a relucir las miserias y las mentiras de esta gente, constatando que no tienen vergüenza en utilizar la corrupción como herramienta de propaganda para conseguir votos.

Y ahora viene la pregunta del millón, si todo esto lo hubieran protagonizado miembros del Partido Popular, ¿qué dirían desde Podemos?, ¿qué exigirían?; pues eso, que se apliquen el cuento.


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