martes, 24 de julio de 2012

ESPAÑA NECESITA UN ENTRENADOR PARA SALVARNOS DEL DESCENSO



Decía ayer el Presidente del Gobierno, en la despedida al equipo olímpico español en Moncloa que la economía española se encuentra como un deportista lesionado. Y digo yo Sr. Rajoy que ojalá la economía española se encontrara como lo está Rafa Nadal.

Es verdad que el Presidente del Gobierno no concretó, ¡que para eso es gallego!, y a lo mejor se refería a un deportista lesionado de una división inferior, en el ocaso de su carrera.

Siguiendo los símiles deportivos, creo Sr. Rajoy que podría haberse referido a la economía española diciendo que se encuentra ante la muerte súbita o en el momento de lanzamiento de una tanda de penaltis, tras una difícil prórroga.

Pero sinceramente no creo que sea para tanto, hoy estoy optimista Sr. Rajoy. No confió mucho en la clase política, pero ustedes son los que nos han metido y nos han de sacar de esta. Y tenga en cuenta una cosa, mantener a un equipo en una categoría, evitar que un equipo descienda de división, no se consigue con el entrenador más laureado sino con el más eficaz; se consigue con el entrenador que más rendimiento saca a un equipo con limitaciones. También es necesario el apoyo de la afición, de la directiva y el esfuerzo de los jugadores; y de igual forma ha de actuar la oposición, la ciudadanía y la sociedad civil en general.

Y este País tiene limitaciones importantes. Nos está pasando como al Villarreal, que el mismo año que juega la Champions League baja a segunda. Eso se llama morir de éxito, Sr. Rajoy.

Yo, lógicamente, no tengo las claves para salir de ésta, pertenezco a la Generación Tsunami y mucho tengo con sacar a mi familia adelante. Pero usted, Sr. Rajoy, usted y su Gobierno llevan toda la vida preparándose para esto, se supone que tienen en carnet de entrenador, se supone que han llegado a lo que más anhelaban, pero me temo que usted es entrenador de equipo de Champions League, no es de los entrenadores que más rendimiento saca a un equipo con limitaciones, jamás pensó que estaría dirigiendo un equipo que aspira a salvar la categoría.

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