Estos días se comenta en la prensa y en las redes
sociales la actitud de la diputada del Partido Popular Andrea Fabra, en la
comparecencia del Presidente del Gobierno del pasado miércoles. Según se ve en
imágenes de televisión, mientras el Presidente anunciaba las medidas, la
diputada gritó “¡qué se jodan!” en el momento en el que se explicaba la
disminución de prestación para los desempleados.
La verdad es que, en mi opinión, la actitud de
nuestros diputados y senadores deja mucho que desear. No pretendo hacer crítica
sobre la citada diputada, pues creo que son muchos los que tienen actitudes
maleducadas e irrespetuosas.
Todos los diputados y senadores deberían
reflexionar, no es lógico que los plenos de la Cámara Alta y Baja parezcan un
patio de colegio, en el que imperan los gritos y las faltas de respeto y de
educación.
De los representantes de la soberanía nacional yo
espero seriedad y respeto, sobre todo en unos momentos tan difíciles. Mientras
muchos españoles lo están pasando muy mal con la crisis, en las noticias se nos
muestra la imagen de nuestros políticos peleándose, aplaudiendo o silbando como
si les importara más hacerse notar, la pelea y la discusión que resolver la
crítica situación.
Lo siento mucho, pero el Congreso y el Senado no son
tabernas donde discutir. En estos momentos es necesaria, más que nunca, la tranquilidad
y el saber estar entre nuestra clase política.
Y a los representantes del Partido Popular les he de
decir que han de ser más listos, que la izquierda lo manipula todo. Que a la
mínima lo utilizarán para ir contra el Gobierno y hacer ver a los ciudadanos
que los de la derecha son señoritos a los que no les importa la crisis y las
clases medias, y lo peor es que actitudes como la de la Sra. Fabra no ayudan,
aunque lo único que hiciera fuera defenderse de los insultos de otros.
ser culto y tener finura no se improvisa y demasiada vulgaridad impera en "sacros recintos"
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