Normalmente
los gobernantes, de cualquier color, dicen que necesitan una oposición fuerte,
sólida y coherente, pues consideran que con una oposición de estas
características se engrandece el sistema democrático y su labor de gobierno es
más importante. Frases de ese tipo se las he escuchado a todos los presidentes
del Gobierno y a muchos miembros de los distintos ejecutivos.
Y
estoy de acuerdo con esas afirmaciones, creo que al igual que una democracia
necesita de un gobierno fuerte, también es necesaria una oposición con esas
características.
Lo
que no comprendo es por qué esos planteamientos, esa forma de pensar, no los trasladan
a sus organizaciones políticas; porque si un gobierno precisa de una oposición
que contrarreste su poder y su acción política, los dirigentes de un partido
político también deberían contar con oposición dentro de su formación. Creo que
sería algo muy sano para la propia democracia.
Pero
eso no ocurre. En nuestros partidos políticos, por lo general, no existe una
oposición definida y seria, una oposición fuerte y organizada que intente
equilibrar el poder de la ejecutiva de turno. Ya lo dijo Alfonso Guerra en su
momento, “quien se mueva no sale en la foto”, y así ha sido. Nuestros partidos
políticos no entienden la democracia interna, por mucho que lo diga la Constitución en su artículo 6.
Y
aunque todos los dirigentes de los partidos tienden a evitar los ejercicios de
democracia interna, los del Partido Popular se llevan la palma. Y lo vuelvo a
denunciar, alto y claro. Y lo denuncio porque siento al Partido Popular como
algo mío, un partido en el que he militado activamente y al que le he dedicado
mucho tiempo. Y porque me importa y me duele ver determinadas conductas.
Y
por eso hoy quiero hacer un homenaje a los que ayer D. Luis del Pino, en su
programa ‘Sin Complejos’ de es Radio, llamaba los tres mosqueteros. Me refiero
a Esperanza Aguirre, Alejo Vidal Quadras y Santiago Abascal, que son los únicos
dirigentes del PP que se han atrevido a pedir explicaciones públicas a Rajoy,
los únicos que se atreven a pedir debate interno y que se escuche a los
afiliados. Los únicos que se atreven a plantar cara a la actual Dirección, una
Dirección que solo mira por su interés, por su sillón, por su cargo.
Es
necesario que todos los partidos políticos, y el Partido Popular en especial,
se abran a la sociedad, den voz a sus militantes, a sus votantes, les dejen
decidir las cosas importantes y, sobre todo, dejen de darles la espalda y les
den explicaciones. Mientras tanto seguiré confiando en estos tres mosqueteros.
Ese es el problema de nuestros partidos políticos, que los tomamos como si fuera algo nuestro. Milites en algún partido o no, el voto y la confianza a estos entes, debe de ser como algo prestado. El cual sus intereses deben de estar contigo y el resto del pueblo, en el caso de que no sea así, no renuevas con ellos. Si hiciéramos esto más a menudo no fuera ido mejor.
ResponderEliminarNo sirve de nada que los tres mosqueteros le pidan explicaciones, pues solo son 3 personas. Como ya dije en otros comentarios: Si se llenara la calle Génova con los 11 millones de personas que es lo que equivale a los votos, las explicaciones se darían de un día para otro. Pero como siempre en este país nos manifestamos y nos quejamos hacia los partidos que no votamos. A los nuestros no les hacemos daño.
Mientras todo esto no cambie no hay solución.
Incluso con Aguirre en la presidencia del PP, mientras en el Parlamento antes d votar todos miren al lacayo encargado de señalar el voto, esto no será un democracia.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo cociro, ese no es el camino. Antes de votar en el parlamento los diputados deberían mirar a sus votantes. Un saludo y encantado de que participes en el Blog.
EliminarGuerra lo describió muy bien...
ResponderEliminarEstoy de acuerdo.
ResponderEliminarA mi modo de ver habría que suprimir el servilismo existente entre diputados (o gente que ocupa un cargo público) y partido.
Es evidente que un militante de un partido tendrá una ideología afín al mismo pero creo que se tienen que deber a la sociedad, no a la oficina de turno.
Así se conseguiría ver como normal un debate interno en cada partido (que además es bueno), porque cada representante defendería los derechos de su circunscripción, que al final es para lo que se les paga.
Un saludo
La cosa es tan sencilla como ELIMINAR LA DISCIPLINA DE VOTO O DE PARTIDO.
ResponderEliminarEsa es una de las causas de que esta democracia sea un auténtico FIASCO (remarco que es una de ellas, todos sabemos que hay mas pero no las vamos a nombrar ahora).
Y la cosa es bien sencilla, habría que ser muy tonto para no darse cuenta, si democracia es "un individuo, un voto" y ese voto es "libre", está claro que la disciplina de voto NO es democrática.
Lo curioso es que algo tan simple, TAN INFANTIL, NUNCA se debate, NUNCA se dice en los medios de manipul...diigoo..comunicación, ¿un lamentable olvido?, ¡¡ja, ja, y una polla como una olla, es DELIBERADO!! y al no hablarse de ello, la gente olvida, no cae en el detallito cuando resulta que el "detallito" es TODO UN DETALLAZO QUE CAMBIA LA COSA TOTALMENTE.
Salud.