Hoy
celebramos en España el Día de la Constitución. Un día para recordar la
celebración del referéndum en el que el pueblo español, por amplia mayoría,
aprobó la actual Constitución. Un texto que nos ha dado democracia y libertad a
todos los españoles y nos ha ayudado a integrarnos entre los países más
desarrollados y en las organizaciones internacionales más importantes.
Hoy
es un día para celebrar, porque hay que celebrar que en España exista
democracia y libertad. Y aunque hay muchas cosas que mejorar, aunque hay muchas
cosas que cambiar, creo que se ha de estar satisfecho de todo lo que la norma
fundamental del Estado nos ha traído.
Y
sin duda, por un lado, los que han de estar más agradecidos a la Constitución son los
principales partidos políticos, los sindicatos y las organizaciones
empresariales, las tres patas de la casta que controla este sistema. Por eso
son los que más han de de celebrar en este día. Porque son los partidos
políticos los que han adulterado los principios constitucionales para
controlarlo todo, como por ejemplo el poder judicial, y estos días lo hemos
vivido con el proceso de nombramiento de los nuevos miembros del Consejo General del Poder Judicial.
Igual que los sindicatos, ahí está todo lo que estamos viviendo, especialmente
con la UGT, o las asociaciones empresariales, entidades que viven de las
subvenciones, de papá Estado, gracias a esta Constitución y a los partidos
políticos. Porque todos estos no quieren cambiar nada, porque solo están
interesados que siga todo igual.
Y
un día como hoy no quiero olvidarme, por otro lado, de los que luchan contra España, y por ende
contra la Constitución, pero que se aprovechan de esta para intentar alcanzar
sus fines. Ahí tenemos a los nacionalismos más radicales, que incumplen
reiteradamente nuestras leyes, que no hacen caso y menosprecian a las más altas
autoridades de este Estado, pero que luego se abrazan al estado de derecho y a
sus normas para defender sus intereses y atacar al propio Estado.
Y
lo mismo se podría decir de los terroristas de ETA, por ejemplo, personas que
han atentado contra España, asesinando a policías y militares (y también
políticos) por ser representantes del “Estado opresor”, pero luego bien que
reclaman sus derechos constitucionales. Vivir para ver.
Por
eso digo que hoy es un día para celebrar, para disfrutar de nuestra democracia
y de la libertad de expresión. Pero curiosamente, los que más tienen que
celebrar son los que viven de ella y los que más atacan a la Constitución,
porque gracias a esta democracia toda esta gentuza puede expresarse y hacer lo
que hace.