Ayer el ‘think tank’ Civismo hacía público su nuevo informe sobre la riqueza de
las distintas comunidades autónomas de nuestro País y dejaban muy claro la
relación que existe entre el nivel de libertad económica y la renta per cápita
(riqueza) de cada autonomía.
Y se permitían hacer una reflexión muy significativa que quiero
compartir con todos vosotros, dice así: << Si los madrileños son más
ricos que los andaluces no es porque sean más inteligentes o más trabajadores.
En Madrid no hay más riquezas naturales, más sol, más playas, más puertos o más
habitantes, sino al contrario. ¿Por qué entonces se crean más empresas en
Madrid, hay menos paro, hay más dinamismo en el comercio, se registran mejores
resultados educativos o encontramos una mayor esperanza de vida? ¿Por qué los
madrileños son más ricos que los andaluces? (…) La conclusión es que la
libertad nos hace ricos>>. En este punto podría finalizar el artículo de
hoy porque lo que indica Civismo es, por sí mismo, muy clarificador.
Y es que donde hay libertad hay riqueza, donde se deja actuar a los
ciudadanos, donde las personas tienen libertad para crear, para poner en
práctica sus ideas y desarrollar iniciativas la riqueza florece. Una riqueza
que repercute en todos, porque todos nos beneficiamos de una sociedad rica y
avanzada. Pero para eso es necesaria la libertad. Y por eso Madrid es mucho más
próspera que Andalucía, porque ha sabido desarrollar políticas basadas en la
libertad económica.
Muchas veces en Desde el Caballo de las Tendillas hemos pedido,
exigido, libertad, cuando hemos pedido que nos dejen pescar tranquilos
o cuando hemos exigido la libertad de horarios comerciales…
En España necesitamos menos Estado, menos Administración, menos trabas
burocráticas para todo. En España necesitamos que nos dejen hacer, que nos den
libertad para desarrollar iniciativas. Porque un estado, en mi opinión ha de
estar para eso, para ayudar al que no tiene, sí, pero también para dar libertad
al que tiene, para que invierta, para que ayude a crear una sociedad más
próspera y rica. Por eso cuando veo que propuestas radicales e
intervencionistas, como Podemos, y no tan radicales, como otras muchas,
empiezan a tener tanto apoyo popular, creo que difícilmente llegaremos a ser
una sociedad más rica y más próspera, porque estas opciones nos restan
libertad.
Tuve la oportunidad de asistir el miércoles a la presentación del libro que comentas, “LIBERTAD ECONÓMICA EN ESPAÑA, 2015”, obra de Francisco Cabrillo, Rocío Albert y Rogelio Biazzi, patrocinado por el Think Tank CIVISMO y que pone en clara evidencia y con datos lo que muchos venimos diciendo. La libertad es fuente de riqueza y en la foto que ilustra el artículo se hace patente. Madrid, la región más liberal de España, figura con diferencia a la cabeza de ese índice de libertad económica y, como consecuencia de esa libertad creciente, lidera también el nivel de renta per cápita en relación a su PIB.
ResponderEliminarLibertad de elección de centros de enseñanza, de médicos y hospitales, de horarios comerciales, disminución de impuestos que deja más recursos en manos de los contribuyentes y empresas, etc., configuran un escenario que convierte a Madrid, desde hace años, en el motor principal de la economía española.
En la portada del libro, bajo el título, aparece un subtítulo bastante explícito: “¿Por qué los madrileños son más ricos que los andaluces?”
También en la portada aparece, como rótulo en una camiseta, el siguiente texto en inglés: ”Un Gobierno tan grande como para darte todo lo que necesites, es lo bastante grande para quitarte todo lo que tienes”. Aviso a los que quieren que el Estado lo controle todo a base de aumentar impuestos y nacionalizar banca, sanidad, enseñanza y todo lo que se mueva.
La presentación corrió a cargo del primero de sus autores y contó con la intervención de John Müller, conocido periodista económico y el broche lo puso Esperanza Aguirre, principal artífice, sin duda, de ese primer puesto en libertad y renta de Madrid que, entre otras cosas dijo que sobraban leyes y que “en lugar de tanta regulación habría que desregular” muchas normas restrictivas acabó pidiendo el voto de los allí presentes. El mío, desde luego ya lo tiene, porque vivo en Madrid desde hace muchos años y, con los matices que se quieran, he sido testigo de lo que se ha venido haciendo en ese camino hacia la libertad.
Ya me gustaría que en Andalucía se impusiera una política similar a la que se lleva en Madrid desde hace casi veinte años. Los resultados serían otros.