José María Aznar ha
hablado claro, una vez más. Y ha dicho lo que muchos afiliados, simpatizantes y
votantes del Partido Popular decimos (o pensamos) desde hace meses. Porque está
claro que lo que pide el expresidente del Gobierno es una vuelta a la esencia
del Partido Popular, una vuelta a lo que es, y debe ser, el centro derecha
español, porque lo que es ahora no se asemeja a lo que la gran mayoría de sus
votantes, y sobre todo a los que han dejado de votarles, esperan de esta
formación política.
El presidente de honor
del Partido Popular, José María Aznar, decía estas cosas en una entrevista
concedida al diario ABC, en la que ha reclamado una “rectificación enérgica,
creíble y suficiente para recuperar al electorado” y añadía que “hoy no se sabe
si el Partido Popular defiende la vida o el aborto, la unidad de España o la
presencia de Bildu en las instituciones, las clases medias o la presión fiscal”.
Y es que ahí está la madre del cordero, porque esas y otras muchas son las
razones por las que una importante parte del electorado o ha optado por otras
formaciones políticas o se ha quedado en casa sin votar.
Y la pérdida de votos de
los populares también ha sido analizada por Aznar, al decir que <<el
electorado le dijo al PP en las europeas: “yo no estoy contento y no quiero
votar a este Partido Popular”. En las andaluzas, le ha dicho: “Yo no quiero
votar a este Partido Popular”. Y en las municipales, por tercera vez, le ha
dicho: “Yo no quiero votar a este Partido Popular”. No hay ninguna razón para
que no se lo diga la cuarta vez, si no se produce una rectificación suficiente,
clara y contundente en el Partido Popular>>. Y eso es lo que ha de
suceder, un cambio contundente, serio y suficiente. Algo que todavía muchos no
ven y que castigarán en las próximas elecciones generales, porque parece que
Rajoy sigue a la suya, podría hacerle algo de caso al que apostó por él.
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ResponderEliminarDonde estará el centro ideológico que todo el mundo lo busca y nadie lo encuentra.
ResponderEliminarOtra prueba más de que Aznar se equivoca es que no supo ni elegir a su predecesor.
Pero este hombre es capaz de echarle la culpa al cuaderno azul.