Hoy contamos con la
penúltima entrega del resumen que nos ha hecho el amigo del Blog, Antonio de la
Torre, sobre el Campus 2015 de la Fundación FAES. Hoy nos habla de populismo,
entre otras cosas. ¡Feliz miércoles!
Sobre “Populismo e
Instituciones” versó la conferencia del profesor Emérito de Ciencia Política de
la Universidad de Bolonia Gianfranco Pasquino, que empezó diciendo que “el
populismo es antiguo, pero que no está bien definido”. Sobre la marcha se me
ocurrió que podría definirse como “el movimiento social en el que priman las
vísceras sobre la razón”.
Dijo Pasquino después que
“en todas las democracias hay ‘una vena’ de populismo, excepto en Gran Bretaña”
y, tras afirmar que “hay diferentes ‘olas’ de populismo”, hizo un repaso
histórico de este movimiento y sus causas desde su iniciación en Rusia como “una
reacción del campo contra las grandes urbes”. Definió después al “poder
Institucional, banqueros e intelectuales como los enemigos del pueblo” y habló
del estilo de comunicación populista apoyado en “el mensaje directo y los
periodistas” y de que para el populismo “el poder es el pueblo, que el
parlamento no puede revocar al líder populista, que ejerce el poder sin límite
y que los votos limpian todo”. Tras una referencia a Berlusconi como “el populismo
de los moderados”, concluyó sentenciando que “el populismo es un peligro”.
En el turno de preguntas
le planteé si no consideraba él que “el populismo estaba en relación directa
con el ‘resentimiento’ de los desencantados manipulado hábilmente por el
oportunismo del líder”, con lo que el Profesor Pasquino mostró su acuerdo.
Demostró después María
San Gil estar en plena forma cuando presentó al Profesor de l’École des Hautes
Études de París, Jordi Canal que, en su intervención sobre “El nacionalismo catalán
como populismo” se limitó, desde mi punto de vista, a realizar un relato
fáctico de lo acontecido en los últimos quince años con la deriva nacionalista
de Cataluña con referencias a dos momentos contemporáneos, “lerrouxismo y
pujolismo”, como antecedentes a la situación actual.
Comenté al Profesor Canal
que había echado en falta dos referencias importantes en el devenir del
catalanismo populista, como eran la ‘invitación’ de Rodríguez Zapatero a
Maragall, antes de las elecciones de 2004, cuando le espetó: “Pascual,
aprobaremos en Madrid el Estatuto que se apruebe en el parlamento catalán” y la
renuncia/cesión del Partido Popular en los ‘pactos del Majestic’, cuando José
Mª Aznar ‘sacrificó’ la cabeza de Alejo Vidal-Quadras ante la exigencia de Pujol
para conseguir el apoyo de CiU en 1996, tras la minoría mayoritaria del PP en
esas elecciones. Su respuesta fue que “sí había hablado de Zapatero y que
omitió la referencia al Majestic por ser un hecho anterior”.
Como decía más arriba,
para mí, lo mejor de esa ponencia fue la presentación que hizo María San Gil
del ponente citado, con la energía que le caracterizaba en sus manifestaciones
políticas cuando lideraba el PP vasco y a la que, tras felicitarla por su vehemencia,
le pregunté si esa fuerza era la antesala de su vuelta a la primera línea de la
política en la que se echaba de menos
considerando que, como decía antes de Manuel Pizarro, su eliminación de
ese primer plano era otro síntoma de la descapitalización de recursos humanos
en la que el Partido Popular, aparentemente, había caído. Desgraciadamente, y
como me temía, su respuesta fue negativa, “para nada”, dijo, no sin agradecerme
la felicitación. No pierdo la esperanza.
Se presentó después una
mesa redonda sobre “El fortalecimiento de la democracia: propuestas realistas y
proyectos deslegitimados”, en la que intervinieron José Mª Marco, “Regeneración
no es regeneracionismo”, “queremos convertir una crisis política y económica en
una crisis del sistema”, “asistimos a un ‘enfrentamiento entre lo nuevo y lo
viejo’, jóvenes y viejos”, “los populistas ‘de verdad’ en España son los
socialistas”, concluyendo con que “vamos a la Primera República, con una
ruptura del Sistema”; Lourdes López Nieto, para quien “las reglas electorales
no son el problema” censurando los que adoptan “la política como profesión y la
financiación pública”; Enrique Belda, que dijo que “el principio democrático
está supeditado a la Ley” y que “el neoconstitucionalismo -válido en la
República Dominicana- no debe servir para cargarse el sistema”; Conrado Escobar,
que comparó “trashumancia y podemismo” y dijo que “la libertad no es un regalo
y se protege con la Ley, que representa el triunfo de la democracia”, en
referencia a la Ley de Seguridad
Ciudadana, que se aprobó el día anterior; Javier Lesaca, que habló de un
“nuevo contexto social, debido a las interconexiones que facilitan las redes
sociales” y habló de “nacionalismos excluyentes” y del “mal uso de las redes
sociales”; Ángel J. Sánchez Navarro, que citó a Montesquieu: “Querer hacer lo
que se debe hacer” y dijo que “la democracia requiere respetar el marco de
referencia, que no es otro que la Ley” y que “el populismo es contagioso”.
Cerró este segundo
seminario Ignacio Astarloa que, a la voz de “aquí no se rinde nadie”, continuó
diciendo “somos mayoría que pensamos constitucionalmente” y que “sin autoridad
no hay democracia, aunque en España estos dos conceptos no parecen compatibles”.
Dijo también que “hay que tener coraje para reformar lo que haya que reformar”,
que “la democracia es una tensión permanente y que tenemos un cambio pendiente:
adaptar la democracia a los medios, entre ellos las redes sociales”, y que
“algunos, para llegar al poder, están comprando la mercancía averiada”.
El tercero de los seminarios desarrolló ponencias sobre “Amenazas globales a la libertad de expresión: fundamentalismos y populismos autocráticos”, “Estado Islámico: estrategias frente al terrorismo”, “El fin de ‘El fin de la Historia’ y el regreso de las políticas de poder en Europa”, “La persecución de los cristianos”, “Democracia, populismo y dictadura” y “La transición en Cuba”, sobre las que vuelvo a remitir a la página web de la Fundación, ya que no asistí a su exposición y debates, por lo que me abstengo de comentar lo que no he presenciado en directo.
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