Se
han presentado como la nueva forma de hacer política, se han vestido de
transparencia, han llegado a la política prometiendo que lo iban a arreglar
todo, o casi todo, que iban a ser ejemplo de transparencia y de buen hacer,
pero nada más lejos de la realidad. Y es que el tiempo pasa y tiene la virtud
de poner a cada uno en el lugar que merece. Y la gente de Podemos no merece el
lugar del ejemplo, porque si son un ejemplo es de lo que no hay que hacer.
Resulta
que todos los ayuntamientos han de enviar al Tribunal de Cuentas información
sobre las liquidaciones presupuestarias y el Ayuntamiento de Cádiz, dirigido
por el podemita Kichi, ha sido el único ayuntamiento de capital de provincia
que no ha cumplido en tiempo y forma, debiendo ser requerido hasta en dos
ocasiones. Pero es que, además, no han entregado toda la documentación, pues
falta la remisión de las cuentas relativas a la Fundación Municipal de Cultura.
Así
actúan desde Podemos, saltándose a la torera la fiscalización del Tribunal de
Cuentas, porque ellos lo valen, porque como ellos son los buenos y lo hacen
todo bien, pues pueden permitirse actuar así. Y volvemos a la pregunta de
siempre, ¿qué habría dicho Pablo Iglesias o el propio Kichi si eso lo hace un
ayuntamiento gobernado por el Partido Popular? Pues eso, que se apliquen el
cuento.
Esto es Podemos, la formación política del “haz lo que yo diga pero no lo que yo haga”, porque ellos exigen mucho, piden transparencia y claridad en las cuentas y la gestión de los servicios públicos, pero luego hacen lo contrario a lo que dicen. Así es la política de Podemos, la de la opacidad…
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