Lo ocurrido en los últimos días con los cinco fugitivos
catalanes y su sorpresiva -o no tanto- huída a Bruselas, me recordó una
disparatada comedia americana de mi época universitaria (1969), titulada ”Si hoy es martes, esto es Bélgica” -será
esto lo que me lo recordó- y, salvo en el destino, nada tenía que ver con el
circo organizado por Puchemón y sus
cuatro “mosqueteros”. En aquella película, unos turistas americanos recorrían media Europa en poco
más de quince días y al final identificaban el lugar por el día, sin casi
llegar a saber dónde estaban cada día. Por el contrario, el expresidente y sus
exconsejeros -llamémosle lo que son, sin eufemismos tendenciosos, y no lo que
se creen ellos en su fantasía- sabían muy bien a dónde se dirigían y no
precisamente por turismo, por eso escogieron ese país y no cualquier otro de la
CE, de posible destino de ciudadanos con “libertad de circulación”.
No olvidemos que Bélgica -¿sede? del
fundamentalismo islámico en Europa, entre otras cosas- sigue siendo Bélgica y
que durante décadas ha sido, no pocas veces, asilo de terroristas etarras que
encontraron allí su “casa” y que las autoridades judiciales belgas no
facilitaron nunca la extradición a España y eso es lo que buscaron allí los
prófugos, encontrar eco y dificultar su detención. Después, un abogado especialista
en defender etarras -Paul Bekaert- y elegir el neerlandés -que no habla ninguno de los reclamados- como
idioma para la instrucción, para la que se asigno un magistrado de esa lengua,
flamenco, posiblemente más proclive a reivindicaciones independentistas,
completan el escenario. Recordemos que Alianza
Neo-Flamenca (NVA), partido independentista de ultraderecha, apuesta por la separación “pacífica” de Flandes -¿nos
suena?-. Veremos ahora, tras la declaración ya anunciada del próximo
día 17, qué plazo de los que se manejan, entre los 45 y 60 -o hasta 90- días,
se impone en la decisión de su señoría flamenca, aunque lo podemos imaginar,
después de que el ex primer ministro belga, el socialista Elio Di Rupo, acusara a Rajoy
de “franquista”
y de “abuso
de posición”, tras lo que el
actual Primer Ministro belga, Charles
Michel dijo que “No hay ambigüedad y nuestro interlocutor es el Gobierno de España”.
Entre tanto el martes, doscientos alcaldes adictos aclamaban, vara en mano y
dicen -está por ver- que a su cargo, aclamaban en Bruselas al prófugo y sus desafíos
en los que con total impunidad y descaro tuvo para todos, España y Europa. ¿Hará
algo alguna de los aludidos, españoles o europeos? ¡Qué preguntas hago! Y que
el país que ocupa el puesto 35 en el Índice
de Democracia que publica The Economist, quiera dar lecciones a España, que
está en el 17, ¡manda… narices!, que díria Trillo.
En lo que sí coinciden estos “turistas”
catalanistas fugados con aquellos americanos es en uno de sus objetivos,
hacerse el mayor número de fotos y -en este caso- apariciones en los medios,
para hacer lo más patente posible su golpe de Estado e “internacionalizar -como les gusta decir- el conflicto”, su objetivo principal sin duda que alguien acaba
comprando y apoyando. Conviene recordar la frase de Pujol, que en 1990 decía “Primero
paciencia, después independencia” y su Documento 2000, que definía perfectamente la “hoja de ruta” del
independentismo.
Ya dije en artículos anteriores que aplicar
el 155 corto, sin actuar en los medios de comunicación públicos de Cataluña, me
parecía desacertado y tanto TV3 como Cataluña Radio siguen yendo por libre,
arreciando en sus mensajes de ánimo a los golpistas -a los que, cómo no, se
unió el FC Farça (sí, con F)- y en el adoctrinamiento de menores a los que dos
fantoches impresentables explican en pantalla que un “preso político” es ese
al que “el Estado encarcela por sus ideas” –eso sí, en tono amable
para engatusar mejor conciencias infantiles-, ante lo que la actual Presidente de
Cataluña en funciones y Vicepresidente del Gobierno de España -sin funcionar
como debería- se mostró muy molesta y pidió “neutralidad a los medios de
comunicación”, pero dijo que “corresponde a las juntas electorales
garantizar la neutralidad institucional"
mientras fuentes del ejecutivo añadieron que “será el PP
catalán el encargado de denunciar este tipo de emisiones ante la Junta
Electoral”.
Sinceramente no entiendo la postura de desviar a terceros responsabilidades y
decisiones que, en mi opinión, debería tomar el Gobierno.
Mientras tanto, profetas del pasado y tertulíticos
y periolianos siguen en lo suyo; los primeros, dando remedios que, ellos, cuando
gobernaron, no sólo no aplicaron, sino que su pasividad, poca visión de futuro
o intereses cortoplacistas del momento puede que propiciaran la situación
actual y los otros, expolíticos y periodistas, dando rienda suelta a sus altas
dosis de resentimiento, con monotemáticas peroratas, estos, y dejando que se
les vaya la fuerza por la boca, aquellos, pero sin hacer nada en los años que
llevan despotricando, desperdiciando
ambos su capacidad de convocatoria para haber hecho un llamamiento a algo que
pudiera sustituir lo que tanto les molesta y critican pero que para mí no es
sino una pose, porque todos están muy cómodos en su pedestal mediático recibiendo
abrazos, aplausos y vítores de una masa desencantada con sus políticos y vacía
de líder al que seguir y apoyar. Pero sin asumir riesgos, prefieren seguir con
su blablablá fácil y sin responsabilidad.
En esta línea hemos visto a Fernández Vara decir respecto a los políticos presos y las
elecciones del 21-D que “Esa es la ‘grandeza’ de la
democracia española, que se puedan presentar”, a Felipe González repetir que “el 155 se tenía que haber aplicado antes”
o al actual líder socialista, Pdr Snchz,
sentenciar que “La Justicia funciona, pero no hay solución penal para problemas
políticos”. Otra vez la ambigüedad característica del Partido casi Siempre Opuesto a España, hasta cuando parece apoyar al
Gobierno sin “molestar” demasiado a su socio PSC.
Vimos también cómo reculaba un poquito José Mª Aznar, diciendo ahora que “hay que apoyar al Gobierno”,
pero sin dejar de meter un poquito el dedo en el ojo dejando caer que “Ciudadanos
está en su mejor momento” o que “Rivera tiene muchas capacidades”
suavizándolo después con que “también en el PP hay gente muy buena”.
Hasta la insigne “politóloga” Pamela
Anderson se atreve a decir que “El Gobierno español ha sido idiota”
y como gran conocedora de la historia de España y Cataluña se solidariza con el
pueblo catalán y su derecho a decidir y sentencia que “la idea de que España es un país
uniforme es un mito” y que “los catalanes se han sentido reprimidos
durante mucho tiempo”.
Algunos incluso desenterraron a VOX, lo que sólo
puede responder a dos razones: o no conocen bien al desleal y falso personaje
que en 2014 mordió la mano que tan generosamente lo recogió de la calle y le
dio de comer, para quedarse con el partido que desde entonces no ha hecho más
que caer, o lo sacan a relucir en su continuo intento de perjudicar al PP -que
ya se perjudica solo y sin ayuda- ahora que sacó la cabeza apropiándose en
Madrid de las concentraciones de apoyo a Cataluña que despertaron el
sentimiento de Nación dormido hace años. Incluso rescatan a la bautizada en su
día como “la musa de VOX” -¡cómo le gustaba que la llamaran así!-, Cristina Seguí que, tras el citado
golpe de mano de su entonces admirado líder y viendo que otros cobraban por
todo, reclamó “¿qué hay de lo mío?”, pero la respuesta “de lo tuyo n’a” le hizo
olvidar su “entusiasmo” y dejar el partido. Ahora saca su dosis de oportunismo
-a río revuelto,…- y convoca concentración en Valencia este fin de semana. Ni
que se hubiera pasado a Ciudadanos.
Lo cierto, y triste también, es lo sucedido en
las últimas semanas, más de 2.200 empresas que se fueron de Cataluña y una
frase del empresario catalán José Bou,
tras aceptar -como no podía ser de otra manera- la decisión judicial de prisión
incondicional para unos delincuentes, sentenciando que “Cataluña ha llegado a una
situación límite y El daño está hecho”. Esto debería hacer reflexionar
a esos millones de catalanes españoles de cara al próximo día 21-D para que la
situación no supere ese límite y el daño ya causado.
Y este jueves -fiesta de Nª Sª de la Almudena en
Madrid- veremos la segunda comparecencia de la mesa del disuelto parlamento
catalán secesionista ante el Supremo, después de que, ayer, el Tribunal
Constitucional anulara su Declaración
Unilateral de Independencia del 27-O, decidiendo además denunciar por “desobediencia a sus sentencias” a la expresidente Carmen Forcadell y a dos de sus miembros,
Ana Simó y José Mª Espejo, por lo que todo apunta a que algunos de los acusados
-o todos- podrían acabar el día entre rejas, aunque hay rumores -El País- de
que si el TS recibe todo el procedimiento de la AN, los que ahora están en
prisión podrían ser libertados antes del citado 21-D.
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