El viernes,
en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, nuestro amigo el Ministro
de Hacienda, Cristóbal Montoro, explicaba los datos referidos al déficit del
Estado en el ejercicio 2013. Según detallaba Libertad Digital, las Administraciones
Públicas de este País registraron un agujero del 6,62 %, superándose el límite
del 6,50 % pactado con la Comisión Europea. Cifra que no incluye el coste real
de las ayudas financieras que recibió España, lo que situaría el déficit real
en un 7,08 % del Producto Interior Bruto español.
Desglosando
las cifras del déficit público la Administración Central del Estado y la
Seguridad Social cerraron 2013 con un déficit del 5,49% del PIB, frente al
objetivo del 5,2%, mientras que las comunidades autónomas tuvieron un déficit
del 1,54% del PIB, también por encima del objetivo del 1,3%. Los únicos que cumplieron fueron los ayuntamientos, que consiguieron un superávit del 0,41% del PIB, mejorando el equilibrio previsto, y que compensaron los incumplimientos de las demás administraciones.
Lo curioso de
estos datos es que el Gobierno se alegraba de los mismos, tanto el
Ministro Montoro como la Vicepresidenta Sáenz de Santamaría mostraban su
satisfacción por estos datos de déficit.
Vamos a ver,
porque aquí hay algo que no me cuadra; España pactó con la Unión Europea un
déficit para nuestro País del 6,50 % del PIB, y el Gobierno se muestra
orgulloso de haber llegado a un 6,62 %, diciendo que apenas ha sido una décima
de déficit. Y además, como hemos indicado, cuando la administración central ha incumplido
su parte, ¿es eso para estar contento? Yo creo que no, más cuando no han dado
explicaciones claras y lógicas de lo que ha llevado a esta situación y cuando
estamos viviendo una etapa con los impuestos más elevados de nuestra historia
reciente.
Es decir, nos
fríen a impuestos, ahogan la economía de la mediana y pequeña empresa y encima
no vale para nada. ¡Menudo prenda el Montoro!
Aunque no veo a Montoro como una persona digna, me gustaría decir en su beneficio que no es cuestión de él, es más bien cuestión de política comunitaria.
ResponderEliminarTanto a nosotros como a otros países del extra radio europeo nos ha tocado la peor parte del pastel. A lo mejor es casualidad pero los países donde las libertades democráticas se pueden violar con el beneplácito de la mitad de la población. Pues estas cosas no se le ocurre hacerlas en otros países. Hay tenemos como Islandia donde después de ocurrir lo mismo que en España, y de una huelga brutal donde la siguieron casi al completo, decidieron hacer un referéndum donde preguntarle al pueblo que hacer con la deuda y el rumbo del país. Decidieron no pagar la deuda ilegitima del país, nacionalizar la banca, y juzgar a los que lo hicieron mal. Pero lo que más me gusta de este país es que es de derechas. Sin embargo aquí se pide lo mismo y te ponen de marxista, rojo o extremista radical de izquierdas. Cuando para mí estas cosas son de sentido común, y cuestiones de democracia.
¿Alguien me puede decir porque si se pide lo mismo en un país que en otro, porque en un sitio eres un radical y en otro un demócrata?