Ayer domingo, los
portavoces en el Congreso de los Diputados de Partido Popular y Ciudadanos
firmaban el pacto de investidura, denominado “150 compromisos para mejorar
España”, un acuerdo al que se ha llegado tras intensos días de negociaciones
entre estas dos formaciones y que se divide en cinco ámbitos.
El acuerdo contiene 150
medidas divididas en distintos apartados: Crecimiento económico, competitividad
y empleo, Sociedad del bienestar y del conocimiento, Transparencia,
regeneración democrática y lucha contra la corrupción, Fortalecimiento de las
instituciones y modelo territorial y, por último, España en Europa y en el
mundo.
Un acuerdo que espero sea
útil para que Mariano Rajoy sea elegido Presidente del Gobierno para los
próximos cuatro años, pues para España sería muy negativo tener que volver a ir
a las urnas en diciembre. Un acuerdo que demuestra como un partido político de
centro derecha se puede entender con otro de centro izquierda; algo que parece
no comprender la actual dirección socialista, escorada cada día más a la
extrema izquierda.
Y es que la situación del
PSOE es preocupante y muy comprometida, más aún cuando en palabras de Albert
Rivera, de los 150 compromisos alcanzados con los populares, 100 ya se cerraron
con el PSOE de Pedro Sánchez en su acuerdo de investidura. Siendo así, ¿cómo
puede explicar el PSOE su permanente negativa?
No he tenido tiempo de
leerme el acuerdo entre PP y Ciudadanos, pero de lo que he escuchado no tiene
mala pinta, solo espero que no genere más gasto público. La despolitización del
Poder Judicial me gusta y la considero muy necesaria, al igual que la elección
directa de los alcaldes por parte de los vecinos o la eliminación de los
aforamientos. A estas medidas el PSOE no puede negarse.
Es hora de subirse al
tren y empezar a trabajar por España, con un nuevo Gobierno. Porque hay mucho
por hacer y tanto un Gobierno como una oposición seria y responsable son muy
necesarios.
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