jueves, 4 de agosto de 2016

SÁNCHEZ Y RIVERA: DOS "HOMBRECILLOS DE 'ESTADILLO' BANANERO", por @AntoniodlTL

Hoy contamos con una nueva colaboración de Antonio de la Torre que nos da su opinión sobre las actitudes de los líderes de PSOE y Ciudadanos tras las pasadas elecciones. A ver qué pasa…


Después de las elecciones del 20 de diciembre y a la vista del 'sainete' que se estaba presenciando por parte de algunos de los números uno -¡qué barato está hoy ser número uno en algunos partidos- escribí un artículo -28 de Enero pasado- en el que apelaba al "Sentido de Estado", tan poco demostrado por algunos de esos 'líderes', que comparaba entonces con el tan manido y poco aplicado, "sentido común", ese del que se dice que es 'el menos común de los sentidos'.

Decía entonces que "durante las dos últimas semanas -12 a 27 de enero- hemos visto de todo en el escabroso mundo de la política: traiciones, marchas atrás, pactos contra natura y hasta jugadas que casi calificaría de 'maestras', teniendo en cuenta el poco nivel al que nos tienen acostumbrados nuestros próceres políticos". Y comentaba que, visto lo visto y lo poco que nuestros políticos habían demostrado, podía ser momento de que, el Jefe del Estado, "en atribución de lo que el artículo 99.1 de la Constitución Española le confiere y, a mi juicio, no limita, tras -entonces- la segunda ronda de entrevistas, debería proponer a un candidato de reconocido prestigio por su trayectoria profesional, dentro o fuera del ámbito político y ajeno, a ser posible, a cualquiera de los partidos políticos en litigio, para la conformación de un Gobierno independiente, que afrontara las urgentes reformas que el sistema actual requiere" e, incluso, me permitía apuntar algunos nombres y una relación de esas medidas urgentes, que se pueden consultar en el enlace anterior y no repito.

Como se veía venir después del esperpento al que nos sometieron en la anterior ¿legislatura?, la más corta de la historia de nuestra bisoña 'democracia' -pero ¡ojo! que se puede superar en ésta-, el 'pacto de perdedores' -ese que "nunca apoyaría" Albert Rivera, pero del que formó parte-, después de dos intentos desesperados de investidura en los que el candidato Snchz -y su socio, con él- acabó embestido, se tradujo en que nos viéramos abocados a la disolución del Congreso -que, por cierto, no llevó aparejada la devolución de emolumentos, gastos y prebendas de sus 'señorías', ante tamaño fracaso- y a la convocatoria de unas segundas elecciones en el plazo de seis meses, celebradas el pasado 26 de junio, y que sólo sirvieron para acentuar aún más la penosa situación de diciembre.

Es decir, se evidenció -con mayor separación que entonces- la más que difícil formación de Gobierno ante la dificultad de que esos "líderes del NO" -los mismos del bochornoso ridículo anterior- quisieran entender lo que los votos evidenciaban: Volvía a ganar el Partido Popular, pero esta vez con casi ocho  millones de seguidores y 700.000 votos más, los 390.000 que bajó Ciudadanos -traducidos en la pérdida de ocho escaños- y otros tantos, más o menos, procedentes de la abstención de diciembre; salvó los muebles para quedarse, por los pelos, como segundo partido más votado el PSOE, aunque con cinco escaños menos y perforando el ya bajo suelo de los anteriores comicios; y la coalición de izquierdas, con la suma de IU a Podemos, perdió un millón de votos, aunque la extraña fórmula de reparto de nuestro lamentable sistema electoral le obsequiara con los mismos escaños que la suma de ambos consiguiera seis meses antes. En resumen, el soberano pueblo español, pedía a gritos que se entendiesen nuestros políticos en torno al Partido Popular, que había ganado por mucha más diferencia, respecto a todos los demás, estas segundas elecciones.

Pero no, los dos hombrecillos que dan pie al título de mi artículo, Pdr Snchz y Albert Rivera, siguen enrocados, uno en el "Qué parte del NO, no entiende, Sr. Rajoy" y el otro negando el veto al presidente en funciones pero insistiendo en que "estarían dispuestos a negociar con un Partido Popular sin Mariano Rajoy", ¿qué parte del significado de 'veto' no entiende, Sr. Rivera?

Hemos visto, ayer, el resultado del último encuentro de Rajoy con Sánchez, con otra forma de reiterar el NO que ya viene siendo la constante vital del que perdió las vocales, el Norte y lo que haya que perder que, a buen seguro, será el empleo si, como parece probable, nos encamináramos a unas terceras elecciones dentro de otros seis meses o menos. En su huída hacia adelante y demostrando que no es que no tenga "Sentido de Estado", sino que no sabe ni lo que es, y  ante el ofrecimiento del Presidente del Gobierno en funciones de formar una gran coalición (254 escaños) -a la manera de lo que han hecho otros países de nuestro entorno- se descolgó diciendo que ellos son "la alternativa de gobierno y que, por tanto, no van a apoyar al Partido Popular que tiene que ponerse de acuerdo con 'las derechas' y, si no lo consigue, es su problema", ¿a qué derechas se refiere Sr. Snchz, a ese partido naranja que se postula en su web como el que "nace para ocupar el hueco de centro izquierda" -sic-, es decir, el suyo y que se define después como "liberal, progresista y socialdemócrata", es decir, dos de tres -como su Óscar López-, su espacio? Ya caigo, a usted le interesa 'vender' a Ciudadanos como 'derechas' -su derecha, claro- para poder presentarse usted como el adalid del centro izquierda moderado, lugar que hace tiempo -si lo estuvo alguna vez- abandonó su PSOE desde la época del contador de nubes que jugaba en la Champions League de la economía, ese del que usted es su más destacado clon.

Y seguimos viendo, hoy, que Albert Rivera,  dominador del postureo y el blablablá, no da la talla como político nacional  -tampoco tengo muy claro que la haya dado más allá de las formas en Cataluña-  por mucho que esos valedores de algunos medios de comunicación -con vehemencia insólita y declarándose sin tapujos como votantes suyos- quieran hacernos ver que gracias a él, el PSOE no pactó con Podemos hace unos meses -pactó con el que 'nunca apoyaría al PP ni al PSOE'- o que es el único que puede regenerar España, cuando tiene mucho trabajo para enderezar su propio partido -lleno de expedientes y expulsiones por ese aluvión de oportunismo y desecho que recibió- y, se mantiene en su "NO, pero SÍ", ahora "me abstengo pero más tardes puede que diga SÍ" y apelo al 'Sentido de Estado' de Pdr Snchz, pero yo me lo reservo para otro momento que 'me rente' más" -esto lo digo yo tras las declaraciones que acabo de ver en directo-. ¿Por qué no ha dicho, de una vez, que SÍ apoya -con las condiciones que sea- en lugar de mantenerse en la abstención en primera votación de investidura y ese Sí con matices en la segunda? ¿También quiere -como su socio del 'pacto de perdedores' de marzo pasado-, que Rajoy 'muerda el polvo', una vez al menos, y así tener su 'pequeña' -o grande- 'satisfacción personal', ya que supondría tragarse el VETO que 'nunca hizo', pero que dejó diáfano? Que cada cual responda en conciencia. Mi opinión está implícita en las propias preguntas.

Frente a los dos "hombrecillos de estadillo" -ya sé que el significado literal de 'estadillo' es el de 'tabla de cifras o nombres...', pero permítaseme la licencia del uso que hago del término, aquí y en el título de mi artículo-, Mariano Rajoy , demuestra de nuevo su serenidad y manejo de los tiempos -con todos los matices que se quiera y las merecidas críticas que muchos de sus votantes (yo mismo) le hemos hecho, - así como ser el único que tiene de verdad dimensionado el riesgo de la situación, del que uno y otro -cada uno a su manera, supervivencia o desastre y asentamiento o dilución, respectivamente- parece que sólo quieren 'sacar tajada', anteponiendo su prioridad personal a la del Estado -que dicen representar 'a boca llena'- y querer 'regenerar' y de defensa de los intereses de los españoles, como ya comentamos

Seguiremos atentos a las negociaciones y cambios de tendencias, si las hay, como apunta don Albert con su "NO, en primera votación, pero puede que SÍ, en segunda". Y Pdr Snchz, temblando.

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