Ayer Mariano Rajoy se
presentaba ante la Cámara Baja en su discurso de investidura. Un discurso serio
en el que el candidato a la Presidencia del Gobierno hizo propuestas,
proponiendo cinco grandes pactos de estado. Fue un discurso muy Rajoyesco (¿se
dice así?), el de una persona honesta, comprometida y educada, aunque también
he de reconocer que siendo la hora que era en más de un momento me entró sueño.
Como he dicho fue un
discurso serio y en el que se hizo una defensa clara y directa de la unidad de
España, como no podría haber sido de otra manera. Un debate de investidura que
parece fracasará, pues la negativa del Partido Socialista, salvo enorme
sorpresa, no hará posible la elección de Rajoy como Presidente. Algo que
deberán explicar muy bien los socialistas si no quieren ser castigados en el
futuro por los votantes, algo que estoy seguro ocurriría.
Lo que sí eché en falta
ayer fue una referencia directa al PSOE en la que el candidato del Partido
Popular pidiera el voto favorable o la abstención a su investidura y que, en
todo caso, les hubiera tendido la mano de forma clara para acordar políticas de
estado. Porque si entre el PP, el PSOE y Ciudadanos se ponen de acuerdo las
reformas que necesita este País se podrán llevar a cabo sin ningún tipo de
problema. Aunque suficientes expertos y asesores tiene el Partido Popular y ya
sabrán ellos cual ha de ser la estrategia a seguir…
El caso es que el debate
de investidura no se ha terminado pues continuará hoy mismo, finalizando esta
tarde con la primera votación y con la segunda el próximo viernes. Por lo
tanto, dependiendo de cómo se desarrollen las intervenciones de los líderes del
resto de partidos, las réplicas y las dúplicas y sobre todo, de cómo
evolucionen las posibles negociaciones discretas que pudieran producirse,
todavía cabe una posibilidad de que algunos rectifiquen y podamos contar con
Presidente del Gobierno esta misma semana. Está claro que soñar es gratis.
Rajoy se reservó para hoy su "invitación" a abstenerse a Pdr Snchz que, con su natural descortesía y cerrazón, se negó a aceptar. Con su discurso de ayer y las réplicas de hoy, Rajoy ha dejado al borde de la esquizofrenia al aspirante a Ex, que ya no sabe qué hacer para estirar el chicle de la permanencia, a ver si le cae el chollo de poder seguir viviendo del cuento, como hasta ahora.
ResponderEliminarVamos a las terceras elecciones!!
ResponderEliminarLo de honesto para Rajoy es un calificativo muy valiente, tras destruir el disco duro de Bárcenas y pagar con dinero negro la reforma de la sede de su partido en Génova 13, no sé, yo no diría que es decente u honesto, como mucho normal, como la mayoría de personas que pueblan España (y eso en el mejor de los casos si no ha tenido conocimiento de tales hechos antes de producirse).
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