La gestión del Ayuntamiento de Córdoba es tan pésima que está
empezando a rozar el ridículo, algo de lo que los cordobeses se están dando
cuenta, pues basta con echar un vistazo a la prensa local, escuchar la radio o,
simplemente, darse un paseo por la Ciudad de los Califas para comprobar la
inutilidad de este cogobierno que tenemos que sufrir y que cada día que pasa
deteriora más esta ciudad.
Y esta semana hemos vivido otra de esas situaciones que
debería sonrojar a cualquiera, porque la coalición de PSOE e IU, (con el apoyo
de Podemos), que se ha cargado la política turística de Córdoba, con lo
importante que es este sector para la economía, aprobaba una chapuza que no va
a mejorar la situación. Y es que la izquierda pretende crear un instituto
dedicado al turismo en el que se veta a los grupos políticos de Ciudadanos y
UCOR, pero en el que si se da un papel importante a los órganos de
representación vecinales. Y digo yo, ¿qué pinta el movimiento ciudadano
decidiendo sobre las políticas turísticas de Córdoba?, por más vueltas que le
doy no le encuentro explicación.
Bueno, sí lo entiendo, darle tanta presencia a las
asociaciones vecinales en este ámbito se encuadra en la forma que tiene esta
izquierda radical que nos gobierna de entender la democracia, en lo que para
ellos es una “democracia participativa” que trata de dar más importancia a los
colectivos afines que a los que verdaderamente representan a los ciudadanos.
Pero no queda ahí la cosa, pues resulta que el gobierno
municipal que cuenta con los vecinos para dirigir la política turística municipal
da la espalda a los empresarios del sector, a los que excluye de ese instituto,
¿y es que los empresarios no tienen nada que aportar? Simplemente penoso…
Y la responsable de todo esto, no lo olvidemos, es la alcaldesa, Isabel Ambrosio.
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