jueves, 25 de mayo de 2017

LA MILITANCIA ELIGIÓ MUERTE -ADIÓS “HISTÓRICO” PSOE-, por @AntoniodlTL


Cuando se anunciaron las elecciones primarias para la Secretaría General (SG) del -hace años- Partido Socialista Obrero Español, escribí un artículo que titulé “Tres eran tres… y ninguno era bueno”, en el que resumía mi opinión -ya reflejada en no pocos artículos anteriores y comentarios en las redes sociales- sobre los tres contendientes -¿debería decir contrincantes? Tal vez, si a las tres últimas sílabas de la última palabra me refiriese- que sólo tenían en común algo que hoy define a una gran mayoría de los que se dedican a la política: No haber hecho nada en la vida, salvo medrar y vivir de ella, algunos desde su más “tierna” juventud. Decía Miguel Delibes algo que viene muy al caso: “Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible porque es una manera de vivir con bastante facilidad”, y sin responsabilidad alguna, añadiría yo. Aplíquenselo, partidos políticos, y “el que esté libre de pecado…”, ya sabe. 

Comentaba también que, ante el panorama al que se enfrentaba el PSOE -en descomposición desde la salida de Rodríguez (JLRZ) y “el principiante” Rubalcaba (APB)-, que sus militantes se encontraban ante la difícil disyuntiva de elegir entre el “susto” que representaba la “Sultana andaluza”, Susana Díaz (SD), y el “miedo” que significaba -sobre todo para España- el tan prepotente como incapaz y “pertinaz” Pdr Snchz (PS) -millonario consorte, dicen algunos-, ya que la inanidad del tercero, Pachi López, más conocido como “Nadie”, (PLN), auguraba pocas opciones para su candidatura.



Tras el “debate” de la semana pasada, del que lo “más destacado” - tal vez porque no se vio en todo el acto -, fue la moderadora -¿de dónde sacarán a estos periodistas?- comenté que el “menos malo” y quizás el más “coherente” de los tres fue, curiosamente, el tercero en discordia, del que menos se esperaba, PLN, que puso contra las cuerdas al aguerrido y defenestrado aspirante al preguntarle qué entendía por nación, de la que PS salió por peteneras con lo de “un sentimiento y una cultura” -es decir como el Betis, que diría Carlos Herrera, o el Atlético de Madrid, convertidos ahí en “naciones”-.

Pues bien, esa militancia, algo más del  77% del censo -147.000 votos de los proclamados 190.000 afiliados, cifra -se dijo- alcanzada con la ayuda de algunos podemitas, para facilitar la vuelta de PS, optó por el “miedo” y decidieron, por mayoría -muy clara, aunque no abrumadora-, que su nuevo SG fuera el que llevó al partido a sus peores resultados electorales desde la transición -mantuvo 90 de los 110 escaños que consiguió APB- en poco más de dos años de mandato, empeorados, seis meses más tarde -hasta los 85 de Junio de 2016-, en las repetidas elecciones generales, forzadas por su empecinamiento en el “NO es NO” a Mariano Rajoy (MRB) pero, sobre todo, al Partido Popular, que no es otro el objetivo del PSOE desde la triste y desgraciada llegada de JLRZ por la Estación de Atocha en Marzo de 2004 -y de toda la izquierda, siempre -. Como digo, una mayoría, de la militancia “que votó”, el 50’21% -es decir, algo menos de 74.000 afiliados,- dio su apoyo al “reeditado” PS, un escaso 39% del total de afiliados. Poco, me parece, para una decisión tan importante, pues representa un exiguo 1’36% de los votos del PSOE en Junio de 2016.

Y dos consecuencias, ambas negativas, extraigo de los resultados de estas primarias. La primera, negativa en lo personal para SD e, indirectamente, para España, es que su tremenda indecisión, fruto sin duda de su manifiesta incapacidad, política y profesional -pese a las apariencias-, le ha pasado factura. Indecisión, digo, al no coger “el toro por los cuernos” -expresión que le viene que ni pintada siendo de Sevilla, una de las cunas de la tauromaquia- nada más conocer el resultado electoral de diciembre de 2015 y desaprovechar también la “segunda oportunidad” que le brindaba el destino seis meses después -Junio de 2016- para haberlo hecho, activando su reserva del AVE para presentarse en Ferraz con un mensaje claro y ponerse al frente del partido. Incluso, en mi opinión, desperdició una tercera oportunidad cuando envió a su “media Verónica” Pérez para “presidir” el Comité Federal en un show que acabó con la defenestración de PS el 30 de Septiembre pasado, que lo llevó a dimitir al día siguiente. No se pueden perder tres oportunidades seguidas en menos de un año Dª SD -ni en política ni en la vida en general, pero ¿qué sabrá usted?-, salvo que el miedo a tomar decisiones de altura -lo que parece- le atenace la voluntad, demostrando fehacientemente la realidad que la ha puso al frente de la Junta de Andalucía, ser “hEREdera” de su “abuelo” político, Manuel Chaves, y de su “papá” político, José Antonio Griñan, sin mérito alguno por su parte -ya veremos si con complicidad o no en los delitos por los que se les juzga a ambos-, que acreditase su llegada a ese puesto, con la inestimable ayuda de un antiguo compañero de militancia, ahora teñido a naranja.

La segunda consecuencia negativa, mucho más grave y directa para España, ha sido, sin duda, la vuelta del “compañero” PS a la SG, que ha “retratado” de nuevo al antiguo e “histórico” PSOE -138 años de antigüedad que, insisto, no son lo mismo que de historia (como presumen), y escasos 70 de lamentables acontecimientos (amenazas, asesinatos, golpes de Estado, corrupción…) por los que pasó y pasa España, gracias a sus actuaciones y decisiones-. Pareciera que ese partido, sin duda necesario para el equilibrio político -después de haber perdido entre JLRZ y su clon sus dos últimas siglas, ni es obrero ni parece español, salvo por su situación geográfica- hubiera conservado las dos primeras para convertirse en el nuevo P.S., Partido de Sánchez.


Se abre ahora un panorama incierto para el futuro de España después de que escucháramos a PS declarar su “arrepentimiento por no haberse puesto de acuerdo” con PablEstalin tras las elecciones del 20/D/15 -lo dijo en TV, pocos días después de abandonar la SG del partido, en Octubre-; de su radicalización hacia la izquierda y el nacionalismo separatista, afirmando que “España es una nación de naciones” y, sobre todo, habiendo comprobado su enfermizo empecinamiento en llegar a la Moncloa “como sea” y, lo peor, “con quien sea”, aún a costa de acabar con la precaria y relativa “estabilidad” política -sé que es muy atrevido llamar estabilidad, aunque sea con apellidos, a lo que vivimos en el Congreso a diario- y el indudable crecimiento económico que ahora existe.

Faltan por ver las purgas que, sin duda, van a venir en el nuevo P.S. -la primera ya, la “autopurga” del “juncal” Antonio Hernando, adelantándose a una “muerte anunciada”- y la nueva ejecutiva con la que va a contar, aunque conociendo la mediocridad del personaje, su “equipazo” anterior  -¿volverá a cumplirse lo de “mediocre llama a mediocres”?- y a algunos de los que ahora lo rodean -alcalde de Jun incluido y Ley de Murphy- cabe albergar pocas esperanzas. Y, ya veremos, si no se une al final con el purgado, Iñigo Errejón -que sin duda le tendrá “muchas ganas” a su, antes, amado “Lidl”-, para intentar una nueva forma de llegar a la presidencia del gobierno aunque sólo sea por unos meses… o unos días. Otra cosa habría más lejos, aunque fuera el final del antiguo PSOE o de España, para alegría de “Riverita”, el nuevo “progresista liberal, pero socialdemócrata” y lo que haga falta. Por cierto, un Rivera al que Aznar -en una nueva “metida del dedo en el ojo” a MRB- invita para clausurar el Máster sobre Liderazgo y Gobierno del Instituto Atlántico, donde hablará de “Los retos del liberalismo y la Unión Europea”. ¡Qué cosas hay que ver!

En resumen, creo que, sin hacer casi nada, otra vez, volvió a ganar Rajoy. Y van…

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