sábado, 20 de septiembre de 2014

CHIKUNGUNYA, por Alfonso Castellano

Alfonso Castellano, ‘Un Anónimo’, nos trae hoy la historia de una curiosa enfermedad, que no conocía. Es un tema que se escapa de la temática del Blog, pero creo que el artículo es interesante. Os recuerdo que Desde el Caballo de las Tendillas está abierto a todos sus lectores, ¡os esperamos!



Significado de la traducción de una lengua originaria de Tanzania “del hombre retorcido”. No se trata de un baile, ni de una postura extraña del Kamasutra. Se trata de una enfermedad que, aunque no es mortal, te destroza hasta el alma. Solo en casos de personas con escasas defensas les puede llevar a la muerte. 

Por desgracia la he vivido en mis propias carnes, intentaré describirla lo mejor posible.

Es la enfermedad que está arrasando por República Dominicana, de origen africano y que ha dado el salto a la zona del Caribe, se ha convertido en una plaga viral, llegando a hacer reajustes en toda la nación, incluso a suspender exámenes de acceso a puestos gubernamentales, reacondicionamientos de vacaciones por falta de personal, etc. Creo que solo hay 2 clases de personas en este país, los que han tenido la enfermedad y los que quedan por tenerla. Algunos países como Puerto Rico también están sufriendo esta plaga, pero con menor virulencia.

Muchos países como EEUU están haciendo alerta de esta situación para que no vayan turistas a estos lugares, para que no se propague, ni sus ciudadanos se vean afectados. Pero todavía no hay manera de controlar esta plaga a no ser evitando al mosquito, y eso en este país, puedo asegurar, que es muy complicado, pues hay mosquitos de todas clases y en todas partes.

Todo este martirio empieza cuando un mosquito te pica a ti y antes ha picado a otro infectado. Me di cuenta que estaba infectado porque empezó un hormigueo junto con dolor y falta de fuerza  en las manos y una especie de alergia rojiza en todo el cuerpo. A las pocas  horas empezó la fiebre alta, con dolores similares a la artritis en las extremidades, acompañado con un dolor de cabeza continuo y aderezado con otro dolor esporádico como si te golpeara de manera violenta, pues esto era lo que peor llevaba, no me dejaba conciliar el sueño, incluso me desvelaba durante horas. Así pase varios días, pues no puedes nada más que quitarte la fiebre hasta poder detectar que no es el dengue, porque esta enfermedad sí mata y comparten muchos síntomas.

A partir de ahí empecé a tratarme la enfermedad y poder dormir, fue tanto el sueño atrasado que estuve casi 30 horas durmiendo, aunque no seguidas. Aunque casi no falté al trabajo, solo un par de horas por la mañana por el tema del sueño.

Nunca he tenido que tomar tantos medicamentos y de manera tan seguida. Sí es cierto que me hablaron de hacer algo casero que la verdad me dio muy buen resultado, se trataba de mango casi verde con canela, esto fue casi de lo mejor y lo que más me aliviaba. Sin dejar de beber mucha agua para no perder la hidratación del cuerpo. Aunque en algunos casos me ayudaba con unos rehidratantes. No hay cura ni tratamiento para esta enfermedad, solo aliviar los síntomas. Me han inyectado un compuesto de complejo  B y diclofenaco,  que te mejora unos días, pero después vuelven los síntomas.

A los 10 días, sigo con los dolores similares a la artritis, algunas veces con dolor de cabeza, aunque no de manera permanente como antes. Incluso en un momento llegué a tener ese sofoco característico de esta fiebre, pero pasó en unas horas y de manera natural.

Lo único positivo que se puede sacar de todo esto, es que puedes decir que has vivido la enfermedad del dengue, pues es casi lo mismo. Aunque esta no mata, te deja residuos durante mucho  tiempo al llegar a sufrir el dolor en las articulaciones durante años.
Puede ser la peor enfermedad que he sufrido, y eso que he tenido algunas de pequeño, que eran bastante molestas, como asma y alergia. Las cuales han desaparecido con la edad y la ayuda de vacunas y medicamentos. Aunque creo que si sigo en República Dominicana la alergia no volveré a saber de ella, porque a todo lo que era alérgico en España no existe aquí.

Después de 40 días los dolores artríticos siguen en mí como el primer día, hasta el punto que me hace cojear.  Lo peor o lo que me temo es que según dicen los expertos es que dolores pueden durar hasta 2 años.

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