Recuerdo cuando los dirigentes
de la Junta de la Andalucía anunciaron a bombo y platillo la ‘Beca Andalucía
Segunda Oportunidad’. Una beca “encaminada a dar una segunda oportunidad al
esfuerzo y la capacidad del alumnado que por razones diversas abandonó sus
estudios, permitiendo con ello la vuelta al sistema educativo de estos jóvenes
para completar sus estudios y, de esta manera, mejorar las condiciones para
encontrar un empleo”, de esta forma se presenta en la página web de la propia
Junta de Andalucía. Pero, como es normal en la administración andaluza no es
oro todo lo que reluce.
Y es que este programa se
puso en marcha en el curso académico 2011 – 2012, estando actualmente en vigor.
Esta beca cuenta con una dotación económica de 4.000 euros por curso escolar y
tiene por objetivo la reducción de la tasa de abandono prematuro escolar, así
como su reincorporación, también busca compensar la ausencia de ingresos
consecuencia de la dedicación del becado al estudio, desatendiendo cargas
familiares y ayudar a los jóvenes a adquirir una titulación que les sirva para
su incorporación al mundo laboral.
Todo muy bonito y muy
útil. Claro, si pagaran las becas a los estudiantes, porque según ha informado
estos días el diario ABC de Córdoba, la Junta de Andalucía no abona estas becas
desde el 2014, con los problemas que está causando a estos alumnos. Y aunque yo
no soy muy partidario de este tipo de ayudas, si las das tienes que responder y
pagar, porque sino parece que todo es mentira, algo que están pensando muchos
estudiantes.
Y resulta que los propios
becados están acudiendo a reclamar los 4.000 euros a la Delegación de Educación
de la Junta de Andalucía en Córdoba y desde este organismo les dicen que “se
pagará cuando haya dinero”, no dando ninguna fecha concreta.
Una práctica a la que,
desgraciadamente, nos tiene acostumbrados la Junta de Andalucía, que da mucha
publicidad a sus políticas pero que luego no responde, como en este caso,
dejando en la estacada a muchos estudiantes que confiaron en las políticas
sociales de los socialistas.
Pues me parece, amigo Ángel que, por una vez, la Junta de Andalucía puede calificarse de "coherente" -entre comillas, claro está-.
ResponderEliminarMe explico, para que no cunda la alarma y alguien pueda pensar que la edad me está haciendo estragos, que llegará, pero, de momento, Dios es generoso conmigo y, todavía, me funciona la cabeza.
Dices al principio que la Junta creaba estas becas “encaminada a dar una segunda oportunidad al esfuerzo...". Pues eso y ahí está la respuesta a su desidia pagadora, si el régimen socialista lleva 35 años en una política igualitarista, predicando cualquier cosa menos el esfuerzo, no iba a dar becas para lo contrario de lo que predica.
El esfuerzo, en la política educativa del PSOE, cuyo máximo exponente es, precisamente Andalucía -siempre en la cola del Informe PISA, por ejemplo- no es un elemento característico, luego es "coherente" que no se paguen las becas destinadas a lo que desapareció del sistema educativo andaluz desde hace décadas.
Y, ahora en serio, sé de lo que hablo y de las consignas de la inspección a los profesores para generalizar el aprobado por encima de la exigencia, esfuerzo y mérito del alumno. Y así está mi pobre tierra andaluza en este aspecto que, lamentablemente, no es el único negativo en el que Andalucía “destaca”… por la cola, claro.
Buen fin de semana a todos tus lectores.