Hay una cuestión que me
he venido observando durante lo que llevamos de curso académico. Tengo un hijo
en tercero de primaria y, por suerte, puedo acompañarlo y recogerlo todos los
días de colegio (salvo que algún juicio o cliente lo impida), me estoy
refiriendo a los ‘padres mochila’ y esta denominación engloba, lógicamente a
madres, abuelos, abuelas, tíos, tías… y cualquier otra persona mayor que
acompaña a un niño al cole.
Se trata de padres que
cargan con la mochila de su hijo (y en algunas ocasiones también con la de otro
hermano), mientras el niño va camino del colegio despreocupado de sus enseres
de trabajo. Y esta persona en muchas ocasiones, además, también carga con su
bolso, con su maletín o con una bolsa.
Es decir, se trata de
auténticos porteadores con la intención de facilitarle las cosas al niño. Y
creo que se equivocan, pues en mi opinión le están haciendo un flaco favor a su
hijo, a su nieto o sobrino…
Entiendo que puntualmente
se le pueda ayudar, sobretodo a la salida del colegio, pues es posible que el
niño salga cansado, más aún con los calores que a partir de ahora se van a
tener que soportar en muchas zonas de España, pero hacerlo por norma, como si
fuera una obligación del acompañante creo que es un grave error que perjudica
al niño.
No me cabe duda que se
hace con una muy buena voluntad por facilitarle las cosas, pero el niño ha de
saber que sus herramientas de trabajo (que son los libros) ha de llevarlas él
al colegio, que es el responsable del material y que ha de cargar con su peso.
Porque cuando el niño carga con su mochila está aprendiendo lo que es la responsabilidad
de las cosas y el sacrificio del trabajo y si nosotros le llevamos la mochila le
estamos dando a entender que siempre estará otra persona ahí para hacerse cargo
de sus obligaciones.
Lógicamente no hay que
generalizar y hay casos y casos (y pesos de mochila…), pero creo que un flaco
favor le hacen sus hijos los padres mochila…
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