Hoy Desde el Caballo de
las Tendillas se viste de gala con la colaboración de don Juan Martín Martín, que
nos ofrece su opinión sobre el Brexit. Juan Martín es una persona cabal, que
habla claro, educada y muy respetuosa; en definitiva, un Señor. Espero que este
sea la primera de muchas colaboraciones, pues su presencia es un lujo para este
Blog.
El pasado día 23, los británicos,
en referéndum democrático han decidido –con mayoría del 52%- que su país
abandone las Instituciones de la Unión Europea. El perfil sociológico de los
votantes a favor del llamado Brexit responde a individuos pertenecientes a las
clases media y media baja, edad media o madura y fuertemente motivados a pesar
de la rabiosa campaña en contra que en Inglaterra y en el resto de Europa se
les hizo. Bien es verdad que cantidad de políticos ingleses -fundamentalmente conservadores-
se manifestaron con sus votantes a favor del Brexit. La reacción europea ante
el resultado de la votación ha sido de profundo estupor y la reacción de la
prensa española y de nuestra clase política, además de incredulidad ha sido de
descalificación, como si más de la mitad de los votantes ingleses se
encontrasen afectados por extrema debilidad mental o por grave paranoia
nacionalista.
La verdad es que los
vencedores partidarios del Brexit se apoyaban y se apoyan en dos fundamentales razones:
la primera, la hartura respecto a una
inmigración indiscriminada que amenaza con socavar los cimientos de la sociedad
inglesa, en tanto en cuanto las normas europeas respecto a inmigración son a su
juicio excesivamente laxas y han sido dictadas sin tener en cuenta la voluntad
y el criterio de la nación inglesa; y la segunda razón se encuentra en la pérdida
de soberanía nacional a manos de una burocracia europea que no responde a la
idea de representación democrática que tienen los ingleses. Lo entendemos mejor
si observamos que los británicos eligen directamente a sus representantes
políticos, y no a través de unas listas cerradas de partidos como ocurre casi
en todo el resto de Europa; los españoles estamos comenzando a entender en qué
consiste realmente una democracia secuestrada por los propios partidos
políticos, que cínicamente manifiestan ser sus más bravos paladines.
No ignoraban ni ignoran
los votantes ingleses las razones esgrimidas a favor de la permanencia en
Europa: fundamentalmente de carácter económico, lo que ha sido profunda y
reiteradamente expuesto, llegando a cuantificar una pérdida del 5% del PIB.
A pesar de todo ello, los
votantes ingleses, tachados de insolidarios en Europa y de débiles mentales en
particular en España, han decidido mayoritariamente abandonar el barco europeo
y no por insolidaridad ni por estupidez, si no por una profunda consideración
del peligro que para ellos supone la permanencia en una Unión Europea que se
está mostrando débil ante los retos políticos, económicos y de inmigración que
se le presentan.
Algunos partidos políticos
nacionales de Francia, Alemania, Italia y Austria, así como otros del norte de
Europa, han manifestado su simpatía ante lo decidido en Gran Bretaña, mientras
que en España no se ha alzado prácticamente una sola voz -y menos de ningún
partido político- entendiendo lo que de razonable hay en la postura inglesa.
A pesar de lo cual, la existencia
de una inmigración indiscriminada e incontrolada y de una voluntad política
secuestrada por los partidos políticos y por las Instituciones Europeas, son
tan ciertas para la Gran Bretaña como para nuestra España actual. Los
ciudadanos británicos han afrontado un reto nacional y político, aún a
sabiendas de la pérdida económica que
van a sufrir. ¿No habrá en España algún español que sea capaz de lo mismo?
Bueno, parece curioso que los que ponen en grito en el cielo porque Cataluña y Euskadi se quieran independizar les parezca bien la independencia de Gran Bretaña. Allí está bien lo que decida el pueblo. Aquí no se deja decidir nada.
ResponderEliminarMuy curioso