Los sábados recordamos en
Desde el Caballo de las Tendillas y os traemos este post de julio de 2015, en
el que hablábamos de que nada más llegar a la alcaldía del Ayuntamiento de
Córdoba, Isabel Ambrosio y su equipo dejaron de acudir a actos religiosos, por
mucha repercusión que tuvieran para la Ciudad. Esta semana se celebra la
festividad de la Fuensanta y el gobierno municipal tampoco ha acudido a las
celebraciones religiosas. Continúan dando la espalda a la gente…
Este pasado fin de semana
se ha celebrado en nuestra Ciudad un importante acontecimiento, la ‘Regina
Mater’, procesión Magna Mariana, para cerrar el año del 775 aniversario de la
consagración de la Mezquita Catedral y que congregaba a todas las imágenes de
toda diócesis de Córdoba que cuentan con la distinción de la coronación
canónica, un total de 24, que pasearon por las calles de la Ciudad de los
Califas y que acercaron a esta a un importante número de visitantes.
Acto al que no acudió
ningún representante del recién estrenado equipo de gobierno de Córdoba, dando
la espalda a la mayoría de la gente argumentando que los representantes
municipales no han de participar en actos religiosos. Algo de lo que discrepo,
pues considero que en un acto tan importante, y de tanto impacto social,
mediático y económico, la Ciudad ha de estar dignamente representada.
Y el acudir o no a este
tipo de actos no le da más o menos aconfesionalidad a nuestro ayuntamiento,
porque eso no tiene nada que ver. Creo que estar presente en este tipo de actos
es una obligación. Cuestión diferente es que se procesione junto a una imagen,
pero estar en el palco de autoridades, como representante de la Ciudad, lo
considero acorde con la opinión mayoritaria de la ciudadanía y no perjudica a
la aconfesionalidad de la administración.
Porque además estamos en
una Ciudad en la que sus representantes acuden a casi todos los actos que se
celebran. Estoy seguro que si monto una asociación de amigos de los caracoles y
organizo una carrera de estos, como me descuide acude el ayuntamiento en pleno
a presidirla. Pero a un acto que congrega a centenares de miles de personas y
que tiene un impacto para Córdoba de 2,8 millones de euros no acude ningún
representante del gobierno municipal.
Pero bueno, ellos sabrán,
porque esa actitud solo es postureo contra la Iglesia para contentar a los más
radicales; cuando lo que debería haber es respeto y convivencia. Y eso sí,
espero que actúen igual con todas las religiones, no solo con la Católica.
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