Mientras en el panorama
político nacional se precipitan los acontecimientos, sobre todo, con los
movimientos en el PSOE tras los malos resultados del domingo (aunque también se
han llevado rasca tanto Podemos como Ciudadanos), yo me quedo con la anécdota,
una anécdota que dice mucho y que creo debe ser conocida, porque pone al
personaje en su sitio.
Me refiero al Primer
Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Córdoba y líder de Izquierda Unida (o
lo que sea), Pedro García, que en Twitter lanzaba un mensaje que considero se
debe destacar. Ante la publicación en el diario El Mundo de una entrevista al
Secretario General de UGT, Pere Álvarez, que titulaban
“Quiero una UGT en la que estén cómodos los militantes del PP”, el líder de
Izquierda Unida en Córdoba enviaba un tweet con el siguiente texto: “Leí la
entrevista por no fiarme del titular, y ha sido peor que este, vaya tela, pues
sí que tenemos trabajo”. ¿Y la entrevista qué decía?, pues en lo que respecta a
la referencia a los afiliados al PP la pregunta era: “¿Quiere que haya
militantes del PP en UGT?”, a lo que el Sr. Álvarez contestaba: “Por supuesto
que sí. Sin ninguna duda. Tenemos que conseguir que haya trabajadores del PP en
UGT. Eso nos va a ayudar además para que el PP sea un partido socialmente más
comprometido. La CDU alemana tiene que reflexionar más, por eso. Tenemos que
conseguir un sindicato plural en el que la gente vea nuestras posiciones
políticas como aportación a derechos de personas y no como un intento de
inmiscuirnos en la vida partidaria”.
Y esta posición del
Secretario General de la UGT le parece desacertada al Sr. García, que considera
que los afiliados al Partido Popular no deberían pertenecer al sindicato UGT; y
que además añadía “que tenemos trabajo”. ¿Qué trabajo?, ¿radicalizar a la UGT
para que impida que los votantes del PP puedan afiliarse a su sindicato? A lo
mejor al Sr. García lo que le gustaría es que los afiliados populares fueran
con una marca en el brazo…
Como decía al inicio de
este artículo estas palabras de Pedro García son una anécdota, pero una
anécdota que dice mucho y que deja a las claras el sectarismo y las ganas de
dividir a la sociedad que tienen muchas personas en el ámbito de la izquierda.
Una anécdota de odio muy preocupante.
Así nos va, un abrazo
ResponderEliminarYo soy de la opinión que debería gobernarnos alguien que los puntos los pusiera más en la prosa poética o entre verso y verso que en las ies que usted apunta, alguien con autoridad moral demostrada -decente, honrado, coherente, capaz, sin máscaras- sobre una nueva estructura política -de decencia, honradez, inteligencia y verdad. El camino del cambio a la excelencia que nos beneficie a "todos los españoles por igual" -de igualdad- se ha de hacer desde los pensamientos, opiniones y acciones positivas, que construyan y creen ideas de cambio propias para ser cuestionadas, no ajenas ni partidistas: los dardos, flechas, descalificaciones, personalismos, lo tuyo, lo mio, las consignas de grupo, insignias, banderas y las lineas divisorias no llevan más que al desentendimiento y la desfracmentación, que es justo el punto donde nos encontramos ahora. Así no se avanza hacia ningún lugar, yo le llamo movimiento mecedora.
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