Pedro Sánchez se resiste.
Es lo que tiene no tener oficio ni beneficio, es lo que tiene no tener un lugar
al que volver cuando se acaba la política, es lo que tiene no querer dejar de
pisar moqueta, coche oficial y demás prebendas… Sí, el que hace nada decía que
el que pierde unas elecciones ha de dimitir, (en referencia a lo que ocurre en
el Reino Unido), ahora se aferra al cargo, cuando Pedro Sánchez es el
Secretario General del PSOE que peores resultados electorales ha cosechado en
estos últimos 40 años. Y es que aplicando su propia teoría debería haber
dimitido hace tiempo…
Pero Pedro Sánchez se
resiste, no sé por cuanto tiempo, pero se resiste y planta cara. Y pretende
hacer las cosas a la carrera, sabiendo que el que controla Ferraz tiene mucho
poder, aunque sea un mindundi. Pero parece que ya ha colmado su vaso, que este
ya rebosa y que empiezan a darle la espalda. Y como si se tratara de un
castillo de naipes el PSOE se empieza a desmoronar.
Y es que Pedro Sánchez ha
demostrado con estos últimos movimientos que el futuro de España le importa un
bledo, que a él le interesa seguir en su actual despacho de Ferraz y por eso ha
convocado un Comité Federal a la carrera y piensa celebrar un Congreso Federal exprés
en octubre, para salvar su culo, obviando la situación que vive España, sin
Gobierno y con unas terceras elecciones a la vuelta de la esquina.
Pero eso a él le da
igual. Y espero que sean otros los que le pongan los puntos sobre las íes.
Espero que sean otros los que actúen conforme a sus palabras y antepongan los
intereses de todos los españoles a los de Pedro Sánchez y la actual dirección
del PSOE; y espero que actúen quitando de en medio a este lumbreras que tras
llevar a su Partido a los peores resultados electorales de su historia también
pretende perjudicar a los españoles con sus egoístas decisiones.
Pedro Sánchez está herido
de muerte, pero se resiste, porque sabe que los animales heridos son muy
peligrosos y en su ingenuidad seguro que cree que puede llegar a ser Presidente
de España. Espero que el propio PSOE lo evite.
Pedro Sanchez está triste, en el fondo está muy triste...Siente tristeza por ser como es: un ambicioso, un egoista que sólo piensa en él. Este señor se ha ido cargando de dinamita -de odio a sí mismo, ha ido de pluscuamperfecto sin darse cuenta de su insignificancia. Todos somos insignificantes...¡somos poca cosa! Metemos la pata...¡¡¡pero no pasa nada!!! El Señor nos acoge aunque seamos malos. Pedro, tiene que dimitir ya porque está perjudicando a España, tiene que reconocer su ineptitud y, con toda la humildad que le sea posible, buscar consuelo en los Brazos del Señor que es el único que lo puede juzgar, consolar y perdonar. El Señor nos busca de muchas maneras porque quiere tener intimidad con nosotros.Él no quiere vernos atormentados con frustraciones, melancolías, vergüenzas, y mucho menos,si con todo ello atormentamos a los demás, si somos injustos con los demás...
ResponderEliminarParece que al clon de ZP, ese que ha superado con creces a su predecesor, le queda poco más que un telediario, si es que llega al de esta noche.
ResponderEliminarDespués de batir todos los récords negativos que el más pesimista de los socialistas convencidos pudiera imaginar, sigue en su carrera hacia la nada y haciendo el ruido que pueda, para padecimiento de los que lo sucedan que van a heredar una casa en ruinas.
Y es que el equipazo que lidera este mediocre ambicioso con sus César Luena, Antonio Hernando, Óscar López (el 2 por 3), Patxi López "Nadie", Meritxell Batet y unos cuantos más, han acabado por hacer casi buenos a Zapatero, Blanco, de la Vega, Valenciano, la pareja de "miembras" Pajín-Aído, Maleni, Carmen Calvo y toda esa innumerable caterva de inútiles que dejó España en la más absoluta ruina, económica, social, educacional e internacional que todavía padecemos.
Así que, adiós Sr. Snchz y equipo, que encuentren tanta paz y dicha como desastre dejan –no soy rencoroso-, pero lejos de puestos de responsabilidad para lo que han demostrado que no tenían preparación alguna.
"Descansen en paz", políticamente hablando.