Muchas veces hemos hablado en Desde el Caballo
de las Tendillas de las universidades públicas españolas, pues somos
conscientes de que estas son un nido de enchufados, de amiguismo y endogamia.
En mi opinión la universidad pública en este País es una de las instituciones
más oscuras, pues en la excusa de la conocida como ‘autonomía universitaria’ se
esconde un sinfín de ‘chanchullos’, pagos de favores y prebendas.
Por ejemplo en la figura del rector, porque el
hecho de que para ser rector se tenga que ser cátedro de esa misma universidad
ya en sí mismo es peligroso, pues el catedrático de turno será el que en muchos
casos tenga que fiscalizar y controlar la actividad de sus compañeros y, cuando
deje de ser ‘rector magnífico’ puede que el que le sustituya tenga en cuenta
sus comportamientos a la hora de conceder los famosos programas de
investigación, por ejemplo, o plazas para su departamento, por no seguir… Algo
que también es aplicable a los Directores de Departamento y demás cargos
institucionales.
El caso es que en la universidad pública
española hay mucho que depurar y controlar, porque no es normal que los fondos
públicos que reciben las universidades sean aplicados y gastados por estas a su
antojo sin dar ningún tipo de explicación. Algo que hemos podido apreciar con
la noticia destapada por el diario El Mundo en relación a las ‘Tarjetas Black’
de las que disfrutan algunos cargos de, al menos, 5 universidades públicas
andaluzas, ya que el portavoz del ejecutivo andaluz decía que es la universidad
de turno la que debe dar explicaciones, en base a esa ‘autonomía universitaria’,
¿no tiene nada que decir la administración que le transfiere la mayor parte del
presupuesto?
Porque en Andalucía se critica mucho, y con
razón, a la conocida como ‘administración paralela’, pero la que conforman las
universidades no tiene ningún desperdicio; desde las consolidaciones de empleo
encubiertas, las contrataciones a dedo en los proyectos de investigación, a las
empresas, fundaciones y demás creadas al amparo de la ‘autonomía universitaria’,
nido de enchufados y amiguetes varios. Cualquiera que conozca un poco este
ámbito sabe de lo que hablo.
Ha llegado la hora de que las distintas
administraciones se tomen en serio las cuentas de las universidades españolas,
que las fiscalicen y las analicen en profundidad y si hay que reformar las
leyes para limitar eso de la ‘autonomía universitaria’ (no confundir con la ‘libertad
de cátedra’), que se haga, pues no es normal que una universidad pueda gastar a
su antojo sin dar explicaciones, de lo contrario seguiremos con el pozo sin fondo.
¡¡¡ A buenas horas !!!
ResponderEliminarClaro que hay que hacer algo. Se perdió una estupenda oportunidad durante el gobierno de Aznar, cuando se sustituyó la LRE por la LOU, que luego fue modificada por el gobierno de Zapatero.
Se han perdido años preciosos. Pero, en fin, mejor es pensar en aquello de "nunca es tarde si la dicha es buena".
En las universidades habrá enchufismo porque en este país esta todo podrido, pero en si no creo que sea un problema.
ResponderEliminarEsa fea costumbre de asociar a publico con enchufismo, cuando vemos que ha sido lo privado lo que ha dado los mismos escándalos que lo publico.