Hoy en Desde el Caballo
de las Tendillas, día de reflexión en Cataluña, os traemos un artículo
publicado en diciembre del pasado año, en el que comentábamos hasta donde llega
el nacionalismo en su ambición por regularlo todo. ¡Feliz sábado!
Resulta que el
Ayuntamiento de Tarragona, gobernado por el PSC, partido asociado al PSOE en
Cataluña, ha aprobado un reglamento, que entrará en vigor el próximo 1 de
enero, que trata de regular la ocupación de la calle por parte de las tiendas,
principalmente del casco histórico. Hasta ahí bien, me parece correcto que eso
se regule, pues es un problema que afecta a casi todas las ciudades turísticas,
algo que en Córdoba, por ejemplo, es muy patente y, en mi opinión, da muy mala
imagen de la Ciudad.
Pero la medida no se
queda ahí, también pretende este reglamento prohibir la exhibición en las zonas
habilitadas en la calle y en los escaparates de todo aquello que no sean
souvenirs de promoción de la ciudad o de la cultura y tradiciones catalanas.
Así se lo decía la responsable de licencias del Ayuntamiento de Tarragona,
Victoria Pelegrín, a Libertad Digital, argumentando que "no queremos que
los expositores estén muy llenos por una cuestión de estética, por eso lo
limitamos a artículos pequeños y que vayan claramente orientados a la promoción
de nuestra ciudad y del patrimonio y/o cultura de Cataluña", que además
añadía que el resto de productos "se podrán vender dentro de las tiendas
sin ningún tipo de problema". Las sanciones por incumplir la ordenanza
ascienden hasta los 400 euros.
Pues nada, que ahora
resulta que un comerciante de Tarragona no podrá exponer lo que quiera en su
escaparate, solo productos para promocionar la Ciudad o la cultura catalana. ¡Y
no pasa nada!
Es decir si un
comerciante mañana abre una tienda en el casco histórico de Tarragona para
vender productos gallegos, por ejemplo, no podrá exponerlos en el escaparate.
¿Y quién es un ayuntamiento para prohibir eso? Eso sí, se podrán exponer
productos de Gerona, pero no de Castellón, que la tienen más cerca.
Y por supuesto, las
sevillanas y los toros totalmente prohibidos, eso solo se puede vender dentro
de la tienda, como si se tratara de estraperlo, vaya a ser que algún turista
despistado piense que está en España de vacaciones.
El caso es que este es un
ejemplo más de cómo la administración trata de regular lo que debería ser
libre. Que cada uno venda lo que quiera, que al que monta un negocio y arriesga
su dinero al menos le dejen vender tranquilo. Pero no, en Tarragona solo puedes
exponer fuet y el Caganer.
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