Hoy en Cataluña todo seguirá
igual. La gente cogerá su coche, el tren o el metro para ir a trabajar, abrirán
las fábricas, seguirán las clases en los colegios, en las universidades, se
seguirá operando en los hospitales y la gente seguirá acudiendo a su centro
médico. Todo seguirá igual, porque ayer, en realidad, lo que se celebraron
fueron unas elecciones autonómicas para elegir a los miembros del Parlamento de
Cataluña. Aunque algunos querían vendernos otra cosa. Y ahora vendrán los
problemas, porque Cataluña cuenta con muchos problemas que el gobierno que
surja de ese parlamento debería solucionar. Y a ver cómo se ponen de acuerdo.
Porque en esta campaña lo
único que han vendido los separatistas ha sido la separación de España, ¿y
ahora qué?, porque la administración catalana hay que gestionarla, hay que
seguir ocupándose de los problemas de los catalanes. Ahora que no tienen el
apoyo ciudadano mayoritario, ahora que no pueden declarar la independencia (algo
que han sabido siempre, simplemente porque no pueden), ¿qué van a hacer? El
problema, si yo fuera residente en Cataluña, es ese, ¿qué va a pasar a partir
de hoy?, ¿cuál será el gobierno que surja de estas elecciones?
Pero entrando al juego de
los separatistas, vamos a analizar los resultados. Efectivamente, la suma de
escaños de “Juntos por el sí” y de las CUP supera la mayoría absoluta, pero
solo ganan en esta suma, con 72 escaños, cuando 68 son la mayoría absoluta (ni soñar
con los 90 escaños que se necesitan para modificar el Estatuto de Autonomía).
Si analizamos el número de votos la cosa cambia, y mucho.
El censo lo forman
5.049.958 personas, de las que han votado 1.611.083 a “Juntos por el sí” y 333.849 a las CUP, sumando 1.944.932 votos. Es decir, 3.105.026 catalanes no han optado
por la independencia. Yo lo veo muy claro, los catalanes no quieren la separación
del resto de España, por mucho que nos vendan lo contrario.
A partir de ahora le toca
gestionar esta situación al Gobierno de España y al resto de instituciones del
Estado, para evitar el avance del separatismo, porque ya lo han permitido
bastante. Han de trabajar para evitar tanto adoctrinamiento, tanta manipulación
y tanto odio hacia el resto de España. Solo así podremos revertir esta
situación.
Ese es el problema hay personas que no pueden tener coche. Lo ha vendido no puede pagarlo, porque se ha quedado sin trabajo, no pueden pagar las tasas de la universidad, tampoco pueden pagar el copago.
ResponderEliminarLos catalanes tienen los mismos problemas que el resto de los españoles. Pero todos hablan de la bandera, eso si ninguno habla de la bandera Suiza que es donde va a parar el dinero que hace falta para el pais.
Se me olvidaba.
ResponderEliminarNo esta bien adueñarse de los votos de quien no vota.
Creo que los cálculos que has hecho son favorables no, lo siguiente, al igual que muchas televisiones y medios.
ResponderEliminarPrimero: ¿por qué los no votantes van al saco del «No» y no al del «Sí»? Porque interesa.
Segundo: Podemos, Catalunya si que es pot, o con la marca que se hayan presentado esta vez no se ha pronunciado nunca en contra de la independencia. Su programa ha sido la de un partido neutro que abogaba por hacer una consulta y un referéndum. Sumado todo ello a que su líder es públicamente independentista. Entonces, ¿por qué contar estos votos con el no? ¿Y si son ellos los que apoyan a Mas? ¿Por qué no contarlos de una forma neutra? ¿O es que ningún independentista les ha votado? Por favor.
Pues eso, la prensa haciendo cábalas únicamente en interés propio, cuando no he visto ningún partido constitucionalista ver qué les pasa a esos catalanes que quieren salirse del país. Habrá que hacer algo, no imponerles nada y no decirles que son españoles y ya está. Así no se hacen las cosas. Así hemos llegado a esta situación por un Presidente del Gobierno incompetente.
Seamos realistas. Millones de catalanes quieren independizarse y ningún partido constitucionalista lo ha puesto siquiera encima de la mesa. Los dos partidos con posturas más razonables en estas elecciones se la han pegado (CSP y Unió).