UNA VELA A DIOS Y OTRA AL DIABLO…

Han derrochado lo que tenían y lo que no, dejando unas arcas públicas quebradas, pero tenían un plan. Eso sí, plan tenían, un plan que consistía, que consiste, en un viaje a su Ítaca particular, pero con el dinero de los demás claro, que así es mucho más fácil…

Y han derrochado tanto que se han dejado de pagar servicios esenciales para la ciudadanía, con lo que eso conlleva, con los correspondientes problemas que estas situaciones generan y que, como casi siempre, sufre la gente normal.

Pero además de derrochar, porque tenían un plan, también tienen un chivo expiatorio, al que hacer responsable de todos sus males. Algo que saben hacer muy bien y que llevan a la práctica de maravilla.

Me estoy refiriendo, como ya habréis intuido, a la Generalidad de Cataluña y demás dirigentes separatistas, para los cuales el presupuesto público es muy flexible cuando se trata de su viaje a Ítaca, hacia la libertad; bueno, mejor dicho, a lo que quieren hacer creer que es la libertad. Para eso no han existido problemas en el presupuesto público. Se han gastado una auténtica millonada en crear y vender el cuento nacionalista, en soportar “embajadas”, estructuras de país y demás maquinaria separatista, pero ahora, después de tanto dispendio, ven que no pueden pagar a las farmacias, entre otras muchas cosas.

Y claro, ante el impago a los farmacéuticos catalanes solo se les ocurre decir que esto es responsabilidad del Gobierno central (el de Madrit) y que cada uno le ponga una vela a su patrona de referencia, porque la Generalidad tiene para abonar cuantiosas subvenciones a los amigos del separatismo, tiene para embajadas, campañas publicitarias, televisiones y demás propaganda, pero no tiene para pagar las medicinas de los catalanes. Y encima eso es culpa del Gobierno…

Fácil solución la que propone la consejería de economía catalana, poner una velita a la patrona de turno y esperar. Estos separatas sí que saben, siempre han sabido nadar entre dos aguas, quizá es porque ellos si le tienen puesta una vela a Dios y otra al Diablo...