Todo se ve de color de rosa cuando se hace desde el lado del
que protesta, del que insulta o del que agrede. En esos momentos se está
luchando por un “ideal”, por los más necesitados, se está luchando contra el
poder establecido. Y a eso se han dedicado gran parte de los actuales
dirigentes y cargos públicos de Podemos, que ahora se quejan por sufrir lo que
antes ellos mismos hacían, la historia del escrachador escrachado.
Es el caso de un tal Javier Barbero, concejal de seguridad
del Ayuntamiento de Madrid, que se tuvo que refugiar en un bar el pasado martes
perseguido, en un escrache, por numerosos policías municipales que protestaban
por la disolución de las Unidades Centrales de Seguridad, los antidisturbios
municipales. El político no logró salir del establecimiento hasta que no llegó
su coche oficial.
Desde el Caballo de las Tendillas no podemos aplaudir estas
actitudes, los escraches no nos parecen adecuados, algo que ya hemos criticado
en muchas ocasiones. E igual que los criticábamos cuando eran políticos del
Partido Popular los que los sufrían, ahí está el caso de Sáenz de Santamaría o
Cifuentes, ahora también los criticamos. Aunque por entonces, en abril de 2012,
Pablo Iglesias los defendiera y dijera en Twitter que “los escraches son un mecanismo
democrático para que los responsables de la crisis sientan una mínima parte de
sus consecuencias”
Lo que ocurre es que ante la situación del pasado martes, que
gracias a Dios no llegó a más, esbozamos una sonrisa, pues es curioso que ahora
los políticos chavistas tengan que soportar lo que ellos mismos pusieron de
moda.
Y claro, es normal que desde el otro lado las cosas no se
vean desde el mismo prisma. Y el escrachador Barbero ahora acusa a la delegada
del Gobierno en Madrid de deslealtad por la inacción de la Policía Nacional y
anuncia la apertura de una investigación para determinar si los insultos
recibidos en la protesta pudieran ser una incitación al odio.
Lástima que cuando estaba en el otro lado no pensara de la
misma forma, porque seguro que en los escraches en los que él participó se
insultó de la misma manera.
El doble rasero, amigo Ángel, que es el titular del artículo que estaba preparando sobre éste y algunos otros casos pintorescos que pecan de los mismo. Los términos "democracia" o "fascismo" siempre son relativos, según quien actúe y en qué sentido.
ResponderEliminarAsí es nuestra particular izquierda.
La de quedarse callado, es la oportunidad que da más coraje perder.!Con lo fácil que hubiera sido callarse!
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