Hoy iniciamos una nueva etapa en las colaboraciones de Desde
el Caballo de las Tendillas, con el objetivo de daros a conocer a otros
compañeros de la Red de Blogs Comprometidos. Y comenzamos con el blog de
Antonio Novo, Manifiesto tóxico, y con un artículo titulado #PactodeTRAIDORES,
¡las verdades del barquero!
En nuestra situación actual, no podemos utilizar el mes, la
semana o el día como unidad de medida de tiempo, sino más bien la hora. Así es,
por cada hora que pasa, nuestro Estado está tocando fondo de la manera más
abyecta y catastrófica de todas las posibles.
Estamos sumidos en el más absoluto fracaso como sociedad,
debido a unos dirigentes de una catadura moral más que cuestionable.
El grado de ambición demostrado por casi todos nuestros
dirigentes raya en la repugnancia. ¿Pero como juzgarlos?, cuando en referéndum
decidimos darles las armas necesarias, para llevar a buen fin las fechorías de
las que actualmente hacen gala.
Resulta más que evidente, que necesitamos una Transición y no
digo nueva, porque la anterior fue una Transacción, dando lugar al régimen del ’78.
Cuyo resultado ha sido una dictadura de Partidos, donde la Sociedad Civil ha
sido utilizada y vilipendiada hasta límites realmente vergonzosos.
Aprovechándose de la instauración de una fragmentación a través
de las llamadas Autonomías, han impuesto un sistema de adoctrinamiento del que
actualmente estamos recogiendo sus frutos. Han sabido hábilmente dividir a la
Sociedad en varios bandos, para de estar forma hacer bueno el refrán de “A río
revuelto ganancia de pescadores”, donde la función de cada uno queda
perfectamente delimitada.
Que estamos solos es más que evidente, la lucha debe empezar
desde abajo sin dejarnos llevar por ideología alguna, sin enarbolar distintivos
que nos separen, sin contar con políticos, ni sindicatos que sólo van a sacar
tajada. Solo la Sociedad Civil, y como bandera la libertad individual, siempre
que consigamos primero la libertad colectiva.
Y a partir de este momento, establecer un Periodo de Libertad
Constituyente que dé paso a una Democracia Formal. Empezando desde cero, con la
redacción de una verdadera Constitución que lleve como estandarte la
Representatividad y la Separación de Poderes, condiciones imprescindibles para
darle validez a la Constitución como Democrática.
Será la única forma de asegurarnos, con este sistema de
contramedidas, que podremos desterrar la corrupción y emplear nuestros
impuestos para cumplir su verdadero cometido, que no es otro que el bienestar
social.
Esto que acabo de exponeros no sólo son palabras, se puede
llevar a cabo siempre y cuando seamos una piña y no dejarnos llevar por
dirigentes interesados, que a su vez son manejados por poderes fácticos.
Solos y unidos machacando nuestros intereses en la calle, en
la Redes Sociales y de manera continuada, semana tras semana. Mostrando nuestro
descontento a todo lo que decidan y cuando llegue el momento de los comicios,
dejarlos solos. Al no ser refrendados no les queda otra que bajar la cabeza y
marcharse. Porque nosotros tendremos los representantes que verdaderamente
cumplan con nuestras necesidades.
No dejaros vencer por la desidia, todo esto está al alcance
de nuestra mano y es nuestro, tomémoslo.
Muy bueno el Blog del amigo Antonio Novo y buenísimas sus reflexiones en las que dice verdades como puños.
ResponderEliminarEn este artículo, que no tiene desperdicio, quiero resaltar esa fina sutileza con la que Antonio resume la ficción que hemos vivido desde 1978: "Resulta más que evidente, que necesitamos una Transición y no digo nueva, porque la anterior fue una Transacción, dando lugar al régimen del 78".
Efectivamente, y he tenido la oportunidad de poder comentarlo con algunos de los que fueron protagonistas de esa mal llamada Transición, no había el mismo espíritu de conciliación y generosidad a uno y otro lado de la mesa en aquellas negociaciones –transacciones, como dice Antonio- previas a la Constitución del 78. Mientras unos se sentaron para dejar a un lado la Historia pasada, como un capítulo de la misma que el tiempo se encargaría de escribir y juzgar, otros, detrás de una máscara conciliadora se esforzaron en dejar “cauces abiertos” con un plan perfectamente diseñado para el largo plazo, demostrando conocer mucho mejor a sus contrarios y sus complejos atávicos que a la recíproca. Y están ganando la partida, si no la han ganado ya.
Que Dios reparta suertes, porque va a hacer falta.
Feliz semana, si Dios quiere.