Aunque desde que la presentadora Cristina Pedroche me insultó como votante
del Partido Popular he dejado de ver los programas en los que participa, no
puedo negar que el impacto que ha tenido en las redes sociales su nueva presencia
en las campanadas de Antena 3 ha conseguido que vea alguna imagen de su “vestidito“,
aunque mejor debería decir bañador…
No seré yo quien critique la forma de vestir de nadie, pues cada uno es
libre de hacer lo que le venga en gana, pero lo que no me parece acertado es
que una cadena de televisión como Antena 3 tenga que poner a una mujer medio en
cueros para lograr audiencia y que se hable de ellos, porque eso es lo único
que interesa a esta y a las demás cadenas de televisión. Algo que, lógicamente,
acepta la tal Cristina Pedroche de muy buen grado, pues creerá que para eso lo
lleva en el sueldo, aunque esté equivocada.
Pero en realidad Cristina Pedroche no es la culpable de todo esto, ella
en realidad es una víctima. Una víctima a la que no le importa quedar como un
fantoche, porque así hablamos de ella, su popularidad sube y su caché también,
pero ¿merece la pena?, porque los que realmente ganan son los directivos y
accionistas de la cadena, los verdaderos interesados en que la Pedroche salga
como un fantoche, los que en cinco minutos de emisión se cargan mucho de lo que
se ha podido conseguir en materia de igualdad.
Mal camino llevamos si a estas alturas una cadena de televisión para
conseguir audiencia ha de seguir recurriendo a la ‘Mama chicho’ de turno, en
este caso a la fantoche de la Pedroche.
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