Que Susana Díaz no
tiene palabra es algo que ya sabemos, pero que esta semana ha quedado
constatado. Y es que si a principios de la semana pasada anunciaba en una
reunión del PSOE andaluz celebrada en Córdoba que “no se va a retirar ningún
concierto educativo a la enseñanza concertada”, a finales de esa misma semana
tres centros educativos de la provincia de Córdoba recibían una comunicación de
la Delegación de Educación en la que se les denegaba la renovación del
concierto educativo.
Se trata de los
centros Yucatal, de Posadas, Torrealba de Almodóvar del Río y Zalima, de Córdoba
capital, en los que se solo se ofrecen enseñanzas a niñas; algo que la Junta de
Andalucía no considera adecuado pese a existir dos sentencias favorables a los
conciertos educativos en este tipo de centros y estando pendiente que el
Tribunal Supremo se pronuncie sobre este particular.
¿Y ahora qué?, pues ahora si la Junta de Andalucía no rectifica, ya que esta denegación está pendiente de presentación de alegaciones, muchas estudiantes que quieran cursar sus estudios en estos centros y no tengan capacidad económica no lo podrán hacer, pues a la Junta de Andalucía no le gusta este tipo de educación, pese a que las tituladas en estos centros tengan muchas posibilidades de incorporarse al mercado laboral gracias a esos estudios.
Como siempre que
hablamos en Desde el Caballo de las Tendillas de estos temas de la educación
pedimos libertad, libertad de elección, libertad de educación y que cada uno
pueda elegir lo que mejor considere. Pero no, aquí es la administración la que
decide lo que nos conviene y lo que debemos hacer, anulándonos. Y así nos va.
Y así actúa la Junta
de Andalucía, mirando por sus intereses, por sus ideas e imponiendo lo que
ellos consideran “mejor” para la gente. Y les da igual, aunque tengan que
mentir como hizo la propia Susana Díaz.
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