Se les llena la boca
con la palabra democracia, una palabra cuyo significado han llegado a prostituir
y utilizado a su antojo en defensa de sus intereses escondidos en un supuesto
proyecto separatista; y lo mismo ocurre con el mal llamado “derecho a decidir”,
algo con lo que están engañando a muchos catalanes. Y piden democracia, exigen
un referéndum para decidir, pero luego se lo niegan a los demás…
Porque eso es lo que
ha hecho el Ayuntamiento de Barcelona con un barrio, el de Les Corts, cuyos
vecinos han pedido al Consistorio una consulta popular para decidir sobre la
construcción de una residencia; algo que el propio ayuntamiento de Ada Colau se
niega a admitir, afirmando que una consulta de este tipo no es admisible, por
ser contraria a Derecho y que si se celebrara se cometería prevaricación. Y no,
el Ayuntamiento de Barcelona con esa contestación no se refiere a la consulta
separatista, porque esa si la consideran legal… ¡Toma ya!
Ese es el gran problema de los que defienden la consulta separatista, de los que justifican una ilegalidad, porque las mismas razones que se esgrimen para negar la consulta en el barrio de Les Corts podrían utilizarse para el referéndum. Y voy a más, los mismos que defienden que son los catalanes los que han de decidir sobre la independencia de Cataluña en vez de todos los españoles, niegan esa posibilidad a las provincias, comarcas o localidades catalanas, que también podrían hacer uso de su “derecho” a decidir y votar si quieren seguir siendo españolas o formar un nuevo país diferente de Cataluña.
Esta es la
coherencia, la lógica y la razón que les falta a los que defienden la consulta
separatista, pues hacen uso de unos supuestos derechos democráticos para
justificarla y luego niegan esos mismos derechos a otros cuando no les interesa
la consulta que proponen. O todos o ninguno, ¿no?
Creo que los catalanes a favor de la independencia llevan años solicitando una reforma de la Constitución para poder encuadrar sus peticiones en un marco legal. Lástima que desde Madrid se hayan cerrado los oídos desde el primer momento.
ResponderEliminar