Se llama Balti Picornell y es el nuevo presidente del
Parlamento de Baleares en sustitución de la dimitida Xelo Huertas. Pertenece a
Podemos y se define como republicano, comunista, anticlerical, filocatalanista
y animalista.
El tal Picornell es carpintero y cuenta con una formación
académica muy escasa (y muchas faltas de ortografía en sus escritos). Además,
hasta ahora, no se ha cortado ni un pelo en redes sociales, haciéndose
preguntas del estilo “si Jesús hubiera muerto empalado, ¿pasearíamos a un
hombre pinchado en un palo?”, o despidiéndose de Fidel Castro con un “hasta
siempre Comandante” (a este dictador si lo respeta…). Y es que la segunda
autoridad de Baleares, además, pide la constitución de una Federación de
Repúblicas catalanoparlantes. Ahí queda eso.
Esto es lo que nos ha traído Podemos y esta semana llevamos ya dos ejemplos, que se pueden sumar a los otros muchos que ya se conocen… Esta es la nueva política, una nueva política plagada de personajes de este tipo, que han llegado a ser máximos representantes de ayuntamientos y comunidades autónomas, como es el caso, cuando no son capaces de representarse ni a sí mismos.
No obstante el tal Balti Picornell tiene una bonita
oportunidad para empezar a ejercer de lo que es, el Presidente del Parlamento
de Baleares, y para empezar a cambiar en sus comportamientos y declaraciones
públicas, porque ya no se representa a sí mismo, ahora es la voz de todos los
que viven en ese bonito archipiélago español.
Y muchos pondrán el grito en el cielo y se preguntarán como un energúmeno como este ha podido llegar tan alto y una sociedad en su conjunto tan bajo, pero las cosas son así y esa representación que ostentan es consecuencia de los votos. Así que ahora que ya los conocemos no hay excusas en una próximas elecciones, porque estos son los regalitos de Podemos…
Hay que ver lo que son estos impresentables. La que tienen que armar para decir lo que son. Se define con cinco palabras cuando podría haberlo resumido en dos, inútil sectario. Me reservo haberlo hecho en una por si resultaba ofensiva. Otra prueba más del absurdo que se puede dar en política. A ver si tiene remedio la cosa.
ResponderEliminar