Sé que puedo resultar
algo cansino hablando de estas cuestiones y que me arriesgo a perder lectores
del blog, pero no me resisto a seguir denunciando las cosas que están
ocurriendo en Córdoba con este Tripartito Chapuza que nos ha tocado sufrir. Y
es que lo que ayer denunciaba el Diario ABC de Córdoba debería ser conocido por
todos los cordobeses y personas de fuera, para que se sepa la calaña de esta
gente que nos gobierna.
Resulta que el
Ayuntamiento de Córdoba ha denegado las subvenciones de los servicios sociales
a numerosos colectivos de la Ciudad, algo que ya hemos denunciado en varias
ocasiones en Desde el Caballo de las Tendillas. Y una de las asociaciones que
ha visto retirada la subvención de Capitulares ha sido la asociación Adevida,
un colectivo que hace una gran labor ayudando a mujeres embarazadas a continuar
con la gestación y a dar a luz, apoyándolas también tras el parto, tanto de
forma material, con vivienda, alimentos, ropa y útiles para su hijo, como en el
ámbito psicológico.
Y resulta que pese a que
esta asociación ya no recibe ayudas municipales, los servicios sociales del
Ayuntamiento de Córdoba envían a mujeres a Adevida para que esta asociación les
preste asistencia y ayuda, algo que solo pueden hacer con sus recursos propios
y con lo que consiguen de otras instituciones.
En concreto 157 mujeres han
sido las enviadas por el Ayuntamiento de Córdoba en lo que va de año a esta ONG
que solo ha podido atender a 102 mujeres, lógicamente por la falta de
presupuesto consecuencia de la retirada de ayuda por parte del Gobierno municipal,
en manos de PSOE e IU, con el apoyo de Podemos.
Y lo más preocupante es que
seguramente esto se repita con otras ONG a las que se les ha retirado la ayuda
municipal, por lo que esta situación que vive Adevida lo estarán sufriendo
otros colectivos y lo que es más triste, personas muy necesitadas de ayuda.
Por eso lo denuncio,
porque creo que esta hipocresía de Ambrosio y García ha de ser conocida, porque
se aprovechan de la buena gente que hay en estas asociaciones y de su
altruismo.
¡Ay con la condición humana! mi querido Angel. ¡Qué par de pajarracos!
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