Pues ya pasó la primera
parte del tercer debate de investidura en menos de un año. Un debate que, esta
vez, tendrá un final diferente, acabando con la elección de Presidente del
Gobierno mañana sábado a eso de las siete de la tarde. Que digo yo que ya era
hora y que pare este viaje, para que gobierne quien obtuvo la confianza de la
mayoría de españoles, no hacían falta tantos meses.
He de reconocer que de
este debate he visto poco, cuestiones laborales y familiares me han impedido
seguirlo como me habría gustado, pero bueno, parece que tampoco me he perdido
mucho.
Y no me he perdido mucho
porque más o menos estaba claro todo lo que iba a ocurrir. Un candidato a la
investidura, Mariano Rajoy, muy superior a todos los demás oradores. Un
portavoz socialista, Antonio Hernando, que ha hecho una faena aseada sin más,
porque poco más podía hacer. Un Albert Rivera con su discurso fácil, diciendo
lo que muchos quieren oír. Y un Pablo Iglesias populista, chulesco, agresivo y
mal educado; vamos, en su línea, con sus circos en la Cámara Baja.
El caso es que visto lo
visto el único que tiene nivel para ocupar el Palacio de la Moncloa es Mariano
Rajoy, por presencia, por experiencia, capacidad y conocimientos. A los demás,
ni de lejos, los veo con capacidad para ser Presidente del Gobierno, y aquí
incluyo a Pedro Sánchez. Pero bueno, para llegar a esta conclusión tampoco era
necesario celebrar dos elecciones generales y tres investiduras…
Hoy el día pasará para la
gran mayoría de los españoles como un viernes más y mañana sábado igual. Y a la
hora en la que Mariano Rajoy sea elegido Presidente del Gobierno millones de
españoles estarán en sus cosas, en el parque con sus hijos, en la sobremesa de
una comida familiar o preparándose para salir; sin echar cuentas de lo que
ocurre en la Carrera de San Jerónimo, porque los españoles ya hablaron el 20 de
diciembre y mayoritariamente optaron por el Partido Popular.
Completamente de acuerdo, Ángel.
ResponderEliminarComo he dicho y escrito, Mariano Rajoy, en un día de resaca -cosa poco previsible- y con dolor de cabeza, supera ampliamente a los otros tres candidatos que como dices no pasaron de lo que son, aseadito -teniéndose que tragar su "No es no"-, complaciente y agradador el naranjito y populista y showman -payaso más bien- el de la coleta.
Miedo daría pensar que cualquiera de los tres o el clon de ZP, pudieran llegar a la Moncloa. Bastante es que hayan ido alguna vez de visita y que se sienten en el Congreso. ¡Pobre España!