Hoy Desde el Caballo de
las Tendillas se viste de gala pues contamos con un nuevo colaborador, Alberto
Montilla, que nos habla sobre el incidente ocurrido en un Juzgado de Olot hace
unas semanas. Esperamos que sea el primero de muchos otros artículos…
Los catalanes tienen
derecho a hablar en catalán pero no pueden olvidar que el resto de los
españoles no tenemos obligación de hablarlo y mucho menos no pueden imponer a
las autoridades del estado el conocimiento de esta lengua.
Los catalanes
separatistas no sólo retan al estado con la desobediencia a las resoluciones
del Tribunal Constitucional, ahora son capaces de llevar las trifulcas
políticas y el odio a Cataluña a la vista de un juicio poniendo en duda la
profesionalidad de los jueces que no hablan catalán.
En menudo berenjenal se
ha metido el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña sancionando con falta
leve a una Juez de Olot por no entender el catalán hablado y solicitar a una
letrada que hablara en castellano. La falta de consideración del Tribunal y su
decisión poco acertada acarrea odio y malestar social, pero aún peor, la
ausencia de amparo de los jueces que a diario se enfrentan a este problema en
los juzgados de Cataluña abre un frente que plantea un problema de suma
gravedad, la falta de autoridad de los jueces que trabajan en esta provincia.
Si un juez es sancionado
por no entender el catalán hablado qué será lo siguiente, ¿expulsarlos de la
carrera o de Cataluña? Parece que han puesto en marcha la maquinaria
propagandística para lanzar una campaña contra los jueces y así desprestigiar a
la Justicia: "Los jueces odian a los catalanes".
El incidente comenzó
cuando dos abogadas intentaban que el juicio se celebrase en catalán sabiendo
que la jueza no lo hablaba; entiendo su derecho a hablar en catalán, pero
¿tiene la juez derecho a celebrar en castellano? También tenían el derecho a
solicitar un traductor como establece la ley. ¡Ah! Pero no lo hicieron en
tiempo y forma, la historia era reivindicar una cuestión política en un foro
poco apropiado. Lo peor de todo es el resultado tan surrealista de este asunto.
Que amenaza a la imparcialidad de los Tribunales de Justicia.
Creo que nos debe preocupar
a los españoles la desprotección y el desamparo que ha recibido una juez del
TSJC. No puedo creerme que la hayan sancionado por semejante trifurca orquesta
por la letrada - invito a ver el vídeo en su totalidad- Si se debe reprobar la
conducta de alguna de las partes es precisamente a la letrada que con
arrogancia y desdén replica a la autoridad, exigiendo algo que sin razón lo
único que genera es indefensión para su representado, dilaciones y por supuesto
gastos que con ello acarrea a la administración de justicia. A quién hay que
apercibir es a este tipo de acciones que no solo incitan al odio y que ocurren
a diario en Cataluña. Es un ataque directo a la imparcialidad de la justicia.
Situaciones de este tipo
deberían preocuparnos y deberíamos condenarlas para que unos pocos no se crean
en el derecho de poder atacar cualquier cosa. Hay que dejarles claro a ese tipo
de personas que solo crean confrontación, que con la Justicia han topado.
Qué tristeza me invade al
ver que se coarta a la Justicia y se le dan alas a los separatistas.
Todo mi apoyo a Ana María
Caballero, jueza de Olot.
«Una cosa no es justa por
el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa». Montesquieu (1689-1755).
Filósofo francés.
Menos mal que la Juez pidió "celebrar el juicio en castellano". Si hubiera dicho, como yo hubiera hecho, hacerlo en "español", la envían al paredón.
ResponderEliminarTantos años de perfil dejando avanzar a los nacional-separatistas, con la educación en sus manos, no podían tener otro resultado.
Y el Art. 155 de la CE criando polvo...