Yo creo que el peor insulto que puede decir un cordobés es “ese tío es un pegoso”, bueno o “tía”, que no podemos olvidarnos de
las políticas transversales de género.
Es importante tener en cuenta que no es lo mismo
“ser un pegoso” a “decir un pego”; ya que lo primero es una actitud ante la
vida (hay que huir de ellos que todo se pega) y lo segundo son momentos
puntuales que cualquiera tiene derecho a tener (y normalmente los demás se
ríen a tus espaldas).
El término pego es 100% cordobés, o eso creía yo. Y
¿qué es un pegoso en Córdoba? Pues bien, lejos de ser alguien que guantee, ya
sea atacando o en defensa propia, a otro, es la mezcla de un “pamplinas,
meticuloso, vainazo, tontainas y gilipollón, que generalmente le gusta hacerse
notar diciendo y haciendo chorradas”. Vamos, una joya.
La verdadera historia del vocablo “pego“ cordobés no
está muy clara pero, de las diferentes versiones que se conocen, a mí la que
más me gusta es la siguiente:
“Érase una vez un francés que vivía, a finales del
siglo XIX, en Córdoba que se llamaba André Pegó. Ilustrado de la época, se
propuso hacer volar un globo aerostático con una persona dentro, para lo cual
invitó a la ciudad a participar de su hazaña. Tal fue su insistencia y la
expectación que creó, que consiguió reunir los materiales y construir el globo.
Construido el mismo, Pegó congregó a una gran parte de la población cordobesa
para que vieran el espectáculo. El resultado es que el globo jamás voló” (por
suerte para el que iba dentro).
No vayáis a pensar que esa palabra tiene siempre un
sentido despectivo. Bueno, la verdad es que el 95% de las veces es así, pero
hay un 5% que tiene una connotación positiva. Por ejemplo: si tienes que hacer
una obra en tu casa, de esas que dices que haces para toda la vida y a los diez
años tienes que volver a hacer porque los materiales no son los de antes, mejor
dar con un pegoso ¡porque voluntad le va a poner!
Donde más pegos y pegosos podemos encontrar es en la
prensa diaria, la cual se puede leer de dos formas, sin perder el sentido de la
realidad y la actitud crítica que inconscientemente tenemos cuando leemos el
periódico:
O happy happy: donde en ocasiones (bastantes) puedes
terminar diciendo “ya está el pegoso de turno diciendo pegos” y prestas la
mayor atención al sudocu del final y el horóscopo del día. Bueno y ya si es la
edición digital y la noticia es polémica, los comentarios que pone la gente hay
que leerlos ya algunas veces son de los más variopinto, convirtiéndose con frecuencia
en un partido de futbol donde suele haber dos equipos.
O encabronamiento continuo: ésta opción es la peor
porque el papel no te va a responder, suele subir la tensión, hay a quién le da
hasta taquicardias y al final el corazón sufre por mucha leche Omega3 que te
bebas.
Hace poco, me enteré que Pego también es un
municipio valenciano y, claro, lo primero que se me vino a la mente es el
significado que he dicho arriba. Pero por otro lado ¡es lógico!, es como
alguien que se llama Concepción se hace llamar Concha en Argentina: y todos
sabemos lo que significa concha allí. Así que, antes de que algún habitante de
allí empiece a acordarse de mi familia, decirles que: este post no va con
ustedes. Es más, mirad que foto más bonita de los alrededores de Pego, parece
un arrozal de China.
También me enteré que Pego (do Inferno) es un sitio
precioso que está en Portugal. Me recuerda a la película “Regreso al lago azul”
a la europea.
En fin, que concluyo diciendo que si “Pego” es un
lugar, “pego” es un vocablo cordobés que, si queréis, podéis usar. Seguro que a
quién se lo digáis no se da ni por aludido y si os pregunta, e insiste, siempre
les podréis decir que es el oriundo de Pego.
Nada que ver esos bellos lugares con el fanfarrón que describes cómo pegoso en el inicio de tu artículo. Nada más característico en nuestro léxico que tener miles de acepciones para una misma cosa o ala inversa.
ResponderEliminarUn saludazo.
Cierto, nuestro idioma es fantástico. Saludos!!!
EliminarDivertido, hilado e interesante. me quedo a seguirte, me gusta tu estilo sincero y con ritmo. Saludos
ResponderEliminarGracias Amparo, la verdad es que Piti tiene mucho arte. Un saludo!
EliminarUn articulo muy divertido y claro al que doy un cien por cien de validez pirquecyo soy cordobés y a mi no me gustaba, pero que nada, que alguien pudiera decir de mi que era un pegoso. Así que junto con el salmorejo ta tenemos dos productos cordobeses de exportación.
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